Para mantenerte en buenas condiciones físicas no tienes que pasarte la vida en un gimnasio haciendo ejercicio. En realidad hasta los niveles moderados de ejercicio son positivos para tu corazón. Es por eso que te recomendamos adoptar un estilo de vida saludable y activo en forma permanente.

El ejercicio ayuda a evitar que tus arterias coronarias se tapen. Es más, la actividad física aumenta la supervivencia de las personas que han sufrido un ataque cardíaco y disminuye las probabilidades de que ocurra una segunda vez.

Si llevas una vida sedentaria, la probabilidad de se obstruyan tus arterias coronarias (las que irrigan el corazón) es un 30 por ciento mayor que la de quienes hacen ejercicio. Por eso es que vale la pena que además de realizar tus rutinas de ejercicio, uses las escaleras en vez del ascensor y te estaciones más lejos para caminar a la oficina, al supermercado o al puesto de periódicos.

Si padeces enfermedades como la diabetes, niveles altos de colesterol o triglicéridos en la sangre, síndrome metabólico u otros problemas metabólicos y tienes antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, debes de ir más allá de un simple aumento en tu actividad física diaria y adoptar la práctica disciplinada de un deporte. ¡Tu salud es primero!

El poner en práctica esto, no solamente ayudará a mejorar la capacidad de tu corazón y tus pulmones, también te permitirá aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL), reforzando así el efecto beneficioso de una alimentación sin excesos de grasas.

Además, recuerda que el ejercicio reduce tus niveles de estrés, ayuda a disminuir la ansiedad, alivia la depresión y aumenta significativamente la sensación de bienestar.

Otros beneficios adicionales del ejercicio son los siguientes:

• Aumenta tu sensación de bienestar general.
• Reduce tus niveles de estrés.
• Disminuye la pérdida del calcio de los huesos, protegiéndonos principalmente de la osteoporosis.
• Mejora la función del sistema cardiovascular.
• Disminuye los niveles de colesterol.
• Ayuda a controlar la presión arterial elevada.
• Ayuda a controlar la diabetes.

Finalmente, vale la pena destacar que muchos estudios recientes confirman que las personas que realizan ejercicio constantemente, se mantienen delgadas por más tiempo que aquellas personas que después de bajar de peso permanecen inactivas.

¿Cuál es tu actitud hacia el ejercicio?

Nuestra actitud hacia el ejercicio se ve influenciada por las creencias que tenemos, las cuales hemos adquirido a lo largo de nuestra vida.

Si consideras que ejercitarte es “aburrido”entonces practicar deporte te causará muchas molestias; en cambio, si buscas alguna actividad que disfrutes intensamente como bailar, caminar, andar en bicicleta, patinar o pasear a tu perro, te divertirás practicándola y comenzarás a considerar el ejercicio como una actividad placentera.

El ejercicio es una excelente manera de controlar los niveles de estrés propios de la vida moderna porque reduce la ansiedad y nos hace sentir mejor. Además, cuando hacemos ejercicio aumenta nuestra producción de endorfinas, que son las “drogas de la felicidad” naturales producidas por nuestro cerebro que incrementan nuestro bienestar.

Suena bien, ¿verdad? Así es que de ahora en adelante cuando realices alguna actividad física enfócate en los beneficios que ésta le proporciona a tu cuerpo.

*Hacer ejercicio mejora significativamente tu calidad de vida*

Los siguientes links te ayudarán a guiarte dentro de tu plan:

• Semana 2
• Día 2