Otra de las hipótesis que están barajando los investigadores como probable "disparador" de la conducta de Adam Lanza en la masacre de Connecticut, son los videojuegos. El debate sobre la incidencia de los modernos y reales juegos -donde los jugadores matan sin parar- en estas reacciones súper violentas, vuelve a encenderse.
Puntos Clave
¿Es diferente matar en la realidad virtual que en la vida real? ¿Se pierde la noción de lo que es matar? En un videojuego popular como el "Grand Theft Auto San Andreas", si se matan personas, se suman muchos puntos: el jugador puede estar matando durante horas sin parar, mientras observa indiferente cómo la sangre brota a raudales de los cuerpos de sus víctimas. Y la lista de juegos agresivos sigue, en una extensa oferta de violencia, masacres, tiroteos, incendios…
Como Adam Lanza, de 20 años, era un jugador empedernido de videojuegos violentos, algunos expertos y legisladores se preguntan si además del control de armas, no se necesita también regular este tipo de diversión en niños y jóvenes.
El senador Joe Lieberman abordó el tema al referirse a su propuesta de "Comisión Nacional sobre la Violencia Masiva" en Fox News, el 16 de diciembre. "La violencia en la cultura del entretenimiento, particularmente con el extraordinario realismo de los juegos de video y películas de ahora, hace que los jóvenes sean más violentos", dijo el senador.
La cuestión del efecto de la violencia de los videojuegos en los jóvenes acaparó la atención nacional en 2011, cuando una ley de California que prohíbe la venta de algunos juegos para los menores de edad, fue llevada ante la Corte Suprema de los EEUU. El estado de California pidió que se trate allí el tema de los videojuegos violentos y sexualmente explícitos en menores de edad, pero la Corte Suprema consideró inconstitucional esta ley.
El juez Antonin Scalia, quien se expidió en dicha ley, dijo que la relación de causalidad entre el contenido de estos juegos y el daño en quienes juegan no se había probado, y que es responsabilidad de los padres filtrar lo que sus niños eligen.
Sin embargo, hay expertos que no están de acuerdo con este concepto. Laura Davies, psiquiatra de niños y adolescentes en San Francisco, cree que demasiados niños están expuestos a demasiada violencia a través de los videojuegos y que esto no puede ser inocuo. "Una gran parte de la disciplina y el desarrollo es la comprensión de las consecuencias. Los niños deben saber que sus acciones tienen consecuencias: en muchos juegos, mientras más matas, más recompensa obtienes” dijo Davies ABCnews.com.
En contraste con el juez Scalia, Davies señaló: "Ellos no están afectados por la lectura de un libro violento de la misma manera que cuando participan de un videojuego que es visualmente violento y que, efectivamente, se los recompensa por matar", dijo.
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Aunque los estudios sobre el tema son abundantes, ninguno ha tenido éxito en correlacionar directamente la violencia de los videojuegos con las conductas violentas en los niños o adolescentes.
Chris Ferguson, jefe de departamento de psicología y comunicación en la Universidad de Texas, ha realizado varios estudios sobre la violencia y sus efectos en la juventud. Se declara como un defensor del control de armas y destaca la importancia del acceso a tratamientos de salud mental y de vigilancia de los padres acerca de los contenidos que sus hijos consumen. Sin embargo, Ferguson dijo que está convencido de que los videojuegos violentos no conducen a la violencia en el mundo real. "El uso de videojuegos no es un factor común entre los autores de homicidios masivos. Algunos han sido jugadores, otros no", concluyó.
Laura Davies dijo que, a pesar de que reconoce que los estudios no pueden demostrar de manera concluyente que los juegos violentos conducen a actos violentos en los jóvenes, se debe distinguir entre los niños que son naturalmente capaces de diferenciar entre la fantasía y la realidad y los que, como Adam Lanza, no pueden hacerlo”, declaró la experta.
A pesar de que difieren en sus creencias sobre la causa de los actos violentos, como los llevados a cabo por jóvenes como Lanza, Davies, el juez Scalia y Chris Ferguson, sí están de acuerdo en que los padres y las escuelas tienen la responsabilidad de detectar los problemas de comportamiento antes de que se produzca una escalada de violencia.
"Es necesario que haya más vigilancia de la salud mental. Dicen que este chico tenía problemas antes y esto debería haber sido abordado. No estoy segura de cuál es la solución clara, pero si ves a un niño que vive demasiado en el mundo de la fantasía, los padres deben limitar el tiempo de pantalla y evitar los juegos violentos", afirmó Davies.
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