Levantarte y comer algún bocadillo de la heladera puede dañar tu memoria, ya que la digestión de los alimentos muy tarde en la noche puede afectar la parte del cerebro donde se forman los recuerdos, aseguran los científicos.
Antes de levantarte en la noche e ir al refrigerador a buscar algo para comer, piénsalo dos veces.
Es algo que todos hacemos alguna vez, pero ahora un estudio científico halló que esta costumbre puede dañar la memoria.
Cuando ya estás durmiendo, el cerebro está programado de otra manera, y no está preparado para dar la orden de digerir alimentos. Comer muy tarde en la noche o en la mitad del sueño, provocaría estragos en el hipocampo, la parte del cerebro donde se forman los recuerdos, dicen los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Los científicos probaron esta teoría con ratones y encontraron que aquéllos que fueron alimentados durante su tiempo normal de sueño, eran menos capaces de recordar y tenían menos memoria a largo plazo.
Ya se sabía que el hecho de comer en la mitad del descanso nocturno puede afectar la salud mediante el aumento de los niveles de azúcar en la sangre - que puede conducir a la diabetes y aumentar los problemas del corazón-. Pero los investigadores querían saber ver si el hábito también podría afectar la función mental.
Comer de noche ¿te vuelve olvidadizo?
Los ratones son animales nocturnos y normalmente comen por la noche. En el experimento, a algunos se les permitió hacerlo, mientras que el otro grupo se alimentó durante el día. Luego se les hicieron pruebas de memoria por varias semanas, y se halló una notable diferencia entre los que comían de noche, y los que lo hacían de día.
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Los investigadores dicen que esto puede deberse a que en los comedores nocturnos se habían reducido los niveles de una proteína llamada CREB, que es clave para el reloj interno del cuerpo y la capacidad del cerebro para formar recuerdos.
El autor principal, Dawn Loh dijo a e-live: “Hemos proporcionado la primera evidencia de que comer en el momento equivocado del día tiene efectos de largo alcance para el aprendizaje y la memoria”.
Los científicos subrayan que sus hallazgos todavía no han sido confirmados en humanos, pero creen que podrían ser importantes y tenidos en cuenta por las personas que se quedan despiertas hasta tarde, incluyendo a los trabajadores o jugadores nocturnos.
"Por primera vez, hemos demostrado que simplemente ajustando el horario de la comida, se altera el reloj molecular en el hipocampo y se altera el rendimiento cognitivo, algo que se observó en los ratones” dijo el profesor Christopher Colwell de la UCLA.
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