Buenas nuevas para los fans de las nueces. Un nuevo estudio ha encontrado que pueden ser la clave para reducir el riesgo de obesidad y también para luchar contra los antojos de alimentos grasos. Los investigadores descubrieron que las nueces pueden activar una parte del cerebro asociada con la regulación del hambre y el deseo de comer.
Científicos del Beth Israel Deaconess Medical Center, en Boston, asignaron al azar, durante cinco días seguidos, a nueve pacientes hospitalizados con obesidad, ya sea un batido con 48 gramos de nueces (1.7 onzas y 315 calorías) o un batido con sabor y textura similar pero sin nueces. Luego, después de un mes siguiendo su dieta regular, los pacientes volvieron para un segundo ensayo de cinco días, los que primero habían bebido el batido con nuez siguieron con el placebo sin nueces y viceversa.
La investigación fue publicada en la revista especializada Diabetes, Obesity and Metabolism.
Imágenes cerebrales
Al comenzar el estudio, los investigadores midieron la actividad cerebral de cada uno de los participantes utilizando una resonancia magnética mientras miraban imágenes de alimentos ricos en grasa (un pastel, por ejemplo), de alimentos bajos en grasa (verduras) o imágenes neutrales de rocas y árboles.
Después de la ingesta del batido durante cinco días, se repitió la resonancia para ver si algo había cambiado. Así descubrieron que cuando la gente miraba las imágenes de alimentos ricos en grasa, la activación en la ínsula, una parte del cerebro involucrada en el control del apetito y el impulso, aumentó entre los que bebieron el batido de nuez, pero no entre los bebedores de placebo.
Esto podría indicar que las nueces actúan en el cerebro y pueden ayudar a controlar el apetito y, por lo tanto, el peso.
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"Las nueces pueden alterar la forma en que nuestro cerebro ve los alimentos e impacta en nuestro apetito. Los resultados confirman las recomendaciones actuales de incluir nueces como parte de una dieta saludable", señaló la autora principal del estudio, Olivia M. Farr.
Nuevas investigaciones
Las nueces tienen bajo contenido en agua y son ricas en ácido alfalinoleico y ácidos grasos Omega 3 y 6.También son una fuente natural de proteínas de alta calidad y fibra, vitaminas (A, E; grupo B), fitosteroles, aminoácidos esenciales, como la arginina, y minerales (calcio, yodo, magnesio, hierro, fosforo). La nuez es el fruto seco con más antioxidantes, por encima de los cacahuetes (maní), los pistachos o las almendras.
Este estudio se realizó con un grupo muy reducido de persona y con medidas tomadas en un período corto de tiempo. Por lo tanto, no pudo probar si alguno de los resultados persistirá con el tiempo. Una posibilidad es que los efectos pueden desaparecer cuando el cerebro y el cuerpo se acostumbran a comer cierto tipo de alimento. Se necesitan estudios más amplios y complejos antes de sacar conclusiones más sólidas. Pero los resultados son alentadores.
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