Por primera vez, un estudio explora cómo impacta en los hijos el hecho de que la madre haya sufrido violencia física o psicológica en su propia infancia. Y el autismo aparece en primer lugar.
Puntos Clave
Las secuelas traumáticas de una violación no sólo marcan a una mujer para toda la vida, sino que se trasladan a sus hijos, aumentando en gran escala las probabilidades de que éstos padezcan trastornos del espectro autista, según encuentra una investigación reciente.
El estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, es el primero en examinar el efecto que el maltrato o abuso infantil en una mujer, puede tener sobre la salud de sus propios hijos.
Los investigadores estudiaron a más de 50,000 mujeres a las que se les preguntó sobre antecedentes de maltrato o abuso antes de los 12 años. También contestaron acerca de si sus hijos fueron diagnosticados con trastornos del espectro autista.
Para completar el estudio, los científicos evaluaron otros factores de salud maternos que influyen en el riesgo de autismo, pero encontraron que el maltrato físico y psicológico fue el factor determinante más fuerte: las mujeres que reportaron abuso físico, emocional o sexual cuando eran jóvenes, tenían más probabilidades de tener un hijo con autismo en comparación con las mujeres que no lo padecieron.
Y las mujeres que soportaron el maltrato más grave presentaron un 60% más de probabilidades de tener un hijo autista.
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Las razones del daño trans-generacional
Los investigadores creen que algunas de las circunstancias de estilo de vida asociados con el abuso, como la mala alimentación, podrían ser responsables de algunos daños asociados.
También es posible que el abuso haya provocado cambios biológicos en el sistema inmunológico de la mujer, como la interrupción de la respuesta ante el estrés, que puede ocasionar efectos nocivos sobre el feto en desarrollo. O que, por el contrario el abuso infantil deje a las mujeres en un estado de estrés crónico, y que la constante liberación de hormonas relacionadas con el estrés, también aumente las posibilidades de un niño de desarrollar autismo.
"El abuso infantil tiene varias consecuencias en la salud, incluidos los daños en la salud mental, como la depresión y la ansiedad, y los perjuicios en su salud física, como la obesidad y la enfermedad pulmonar", dijo el autor principal del estudio Marc Weisskopf, de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
"Nuestra investigación sugiere que los efectos del abuso infantil también pueden pasar a través de las generaciones", concluyó el investigador.
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