Los niños con asma que viven en ciudades tienden a experimentar menos síntomas si están cerca de un parque, reveló un estudio de la Escuela de Enfermería y Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
En los Estados Unidos, el asma es la enfermedad crónica más común durante la niñez y cerca de 5 millones de niños padecen esta afección inflamatoria de los bronquios o vías aéreas, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El estudio examinó a un grupo de de 196 niños con asma persistente, entre los tres y los 12 años, que habitaba la zona centro de Baltimore, Maryland. Todos habían tenido síntomas o habían sido hospitalizados por su asma durante el último año.
Los niveles de contaminación ambiental en Baltimore son similares a los Nueva York y Los Ángeles, pero ligeramente inferiores a los de Londres y Milán.
"Vivir en un entorno urbano aumenta el riesgo de asma infantil y factores asociados con la vida en la ciudad -como la contaminación del aire- también contribuyen a altas tasas de asma mal controlada", señaló Kelli DePriest, enfermera de salud pública e investigadora principal del estudio.
Más cerca de los parques
Los investigadores compararon lo lejos que vivían los niños de un parque o un espacio verde con el número de días que sufrieron síntomas de la afección durante un período de dos semanas.
Los resultados sugieren que vivir cerca de un parque puede beneficiar a los niños con asma, especialmente a los niños mayores que tienen más probabilidades de ir al parque por su cuenta.
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Por cada 1,000 pies (305 metros) de distancia entre su hogar y un parque, los niños mostraron un día adicional de síntomas por asma. Así, un niño que vivía al lado de un parque tuvo un promedio de cinco días sintomáticos de asma y un niño que vivía a 305 metros del parque tuvo seis días sintomáticos.
Los niños mayores que vivían cerca del parque tuvieron un promedio de cinco días sintomáticos, mientras que un niño que vivía a 152 metros del parque tuvo seis días sintomáticos.
"Estos resultados son importantes porque proporcionan un mayor apoyo para los beneficios de los parques de la ciudad y sugieren que las políticas de construcción adecuadas pueden mejorar la salud de los niños. También ayudarán a los proveedores de atención médica a tener una visión más holística de sus pacientes mediante la comprensión de cómo el acceso al espacio verde puede afectar a la salud", destacó DePriest.
La investigación se presentó en el marco Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Respiración, en Milán (Italia).
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