La mayoría de los niños que nacen con microcefalia, afección en la que la cabeza es más pequeña de lo normal, provocada por el virus del Zika enfrentan graves problemas de salud y desarrollo entre los 19 y 24 meses, según una nueva investigación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) ) en colaboración con la Secretaría de Salud del Estado de Paraíba y el Ministerio de Salud de Brasil.
Los científicos compilaron una descripción exhaustiva de la salud y el desarrollo de 19 niños con microcefalia y pruebas de laboratorio positivas del virus Zika congénito en Brasil. La investigación se basó en evaluaciones clínicas directas, entrevistas a los cuidadores y revisión de registros médicos.
Aproximadamente a los 22 meses de edad, estos niños tenían el desarrollo cognitivo y físico de bebés menores de 6 meses. No podían sentarse o masticar y prácticamente no podían hablar.
El reporte señala que los pequeños requerirán una atención de por vida, ya que presentan dificultades en múltiple áreas, como problemas para dormir y alimentarse, convulsiones y dificultades de audición y visión.
Cuidado a largo plazo
"A medida que los niños afectados por el virus del Zika crezcan, necesitarán atención especializada de muchos tipos de proveedores de atención médica y cuidadores. Es importante que utilicemos estos hallazgos para comenzar a planificar ahora su cuidado a largo plazo y permanecer atentos en los esfuerzos de prevención del Zika en Estados Unidos y en todo el mundo", dijo en un comunicado Georgina Peacock, directora de la División de Desarrollo Humano y Discapacidad de los CDC.
El nuevo estudio, realizado con el Ministerio de Salud de Brasil y otras organizaciones, evaluó a los niños en el estado de Paraíba, parte de la región noreste de Brasil, que se convirtió en el epicentro de la crisis del Zika. Los investigadores estudiaron inicialmente 278 bebés nacidos entre octubre de 2015 y finales de enero de 2016. De ellos, 122 familias acordaron participar en las evaluaciones de seguimiento de este año. El estudio publicado incluyó aquellos casos que se consideraron más grave, informó la doctora Peacock.
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En Estados Unidos, los CDC recibieron el año pasado reportes de 44 estados sobre casi 1,300 madres embarazadas con una posible infección con el Zika. En la mayoría de los casos, adquirieron el Zika durante un viaje al extranjero a un área con transmisión activa del virus contraído por la picadura de mosquitos.
Las pruebas de laboratorio confirmaron la infección con el Zika en 250 de las mujeres. De ellas, 24 completaron su embarazo con un feto o bebé que sufrió defectos congénitos vinculados con el virus, según los CDC.
Los CDC subrayan la necesidad crítica de que las mujeres embarazadas sigan tomando medidas para prevenir la exposición al virus del Zika. Aunque las picaduras de mosquito son la causa usual de infección con el Zika, la transmisión también ocurre durante las relaciones sexuales.
Se debe instar a las mujeres embarazadas a evitar los viajes a las áreas con transmisión activa. Y se anima a todas las mujeres en edad fértil a protegerse de las picaduras de mosquitos y a usar preservativos durante las relaciones sexuales con hombres que hayan vuelto recientemente de un área afectada por el Zika.
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