Muchos podríamos pensar que la tos ferina, que también se llama pertussis o tos convulsa, es una enfermedad del pasado, sin embargo, en los últimos años, el número de casos reportados ha ido aumentado. De acuerdo con investigadores del Santa Fe Institute, esto se debería a que si bien la vacuna impide el desarrollo de los síntomas, no sería 100% eficaz para detener la transmisión.
El estudio publicado en BMC Medicine, advierte que el origen de los nuevos brotes puede estar en las personas vacunadas que son infecciosas, pero que no muestran los síntomas, lo que sugiere que el número de personas que transmiten sin síntomas podría ser mayor que el de las que contagian con ellos. Aún así, puntualiza que la protección que ofrece la inmunización es vital.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), reportan cada año entre 10,000 y 50,000 casos de tosferina en los Estados Unidos. En 2012, EE.UU. tuvo el mayor número de casos de tos ferina desde 1959, con más de 41,000 contagios y 18 muertes. La mayoría de las muertes fueron de niños, según los CDC.
La tos ferina, es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa que ocasiona una tos violenta e incontrolable que puede dificultar la respiración. Afecta a personas de cualquier edad y puede causar discapacidad permanente en los bebés e incluso la muerte. Sus síntomas se asemejan a los de un resfriado común, incluyendo los estornudos, la secreción nasal, fiebre no muy alta y una tos leve. Al cabo de dos semanas la tos se vuelve más grave y se caracteriza por episodios rápidos y numerosos de tos seguidos de espasmos o de un silbido agudo.
Utilizando los datos genómicos de la bacteria pertussis y un modelo epidemiológico detallado de la transmisión de la tos ferina, los científicos llegaron a la conclusión de que vacuna anti tos ferina acelular (DTPa) que actualmente se usa, pueden haber contribuido -incluso exacerbado- los brotes de tos ferina al permitir que las personas infectadas sin síntomas propaguen sin saberlo, la enfermedad.
“Puede haber millones de personas por ahí con una tos leve o sin tos contagiando esta enfermedad potencialmente mortal sin saberlo", destacó Ben Althouse, uno de los autores del trabajo, en información difundida por el Santa Fe Institute. "La comunidad de salud pública debe actuar ahora para evaluar mejor la verdadera carga de la infección por tos ferina”, añadió.
De acuerdo con su resultados, si la enfermedad se puede transmitir a través de vacunados, individuos asintomáticos esencialmente no detectados, el nivel de vacunación necesaria para proteger a los que están sin vacunar, debe ser de más del 99%. Además, una práctica conocida como capullo, en la que la madre, el padre y hermanos se vacunan para proteger al recién nacido, no sería eficaz. "Simplemente no funciona, porque incluso si alguien tiene la vacuna acelular todavía puede transmitirla. Así que el bebé no estaría protegido”, señaló Althouse.
¿Significa que la vacuna actual no sirve? Según los investigadores, hasta que no se desarrolle una nueva vacuna contra la tos ferina que bloquee la transmisión, la protección que ofrece la vacuna acelular es vital. “No vacunar a su propio hijo, a él o ella, lo pone en mayor riesgo de enfermar gravemente, incluso de morir”, enfatizó.
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La vacuna infantil contra la tos ferina usualmente se administra en combinación con las vacunas contra la difteria y el tétano. Las autoridades de salud a cargo de las inmunizaciones recomiendan que la vacuna de inmunización DTaP (difteria, tétanos, y tos ferina acelular) se administre a los dos, a los cuatro, a los seis y entre los 15 y los 18 meses de edad y entre los cuatro y los seis años de edad.
En 2005, una nueva vacuna fue aprobada como dosis única de refuerzo para adolescentes y adultos llamada Tdap (tétano, difteria y tos ferina acelular). La edad recomendada para la vacunación sistemática con la vacuna Tdap es entre los 11 y 12 años de edad. Los adolescentes, con edades entre los 11 y los 18 años de edad deben recibir una dosis única de Tdap en lugar de Td (tétanos, difteria) como vacuna de refuerzo contra el tétano, la difteria y la tos ferina, si ya han completado la serie de vacunas de DTP / DTaP recomendadas para los niños.
Los adultos que no recibieron la Tdap cuando eran preadolescentes o adolescentes, deben recibir una dosis de Tdap. Las mujeres embarazadas que no han recibido anteriormente la vacuna Tdap necesitan una dosis de preferencia durante el tercer trimestre o al final del segundo trimestre del embarazo (después de 20 semanas de gestación). Los expertos recomiendan que los adultos se pongan una dosis de refuerzo contra el tétanos y la difteria (llamada Td) cada 10 años y se apliquen la vacuna Tdap en vez de uno de los refuerzos. La dosis de Tdap puede administrarse antes de la marca de los 10 años. Es especialmente importante que se pongan la vacuna Tdap los adultos que están constantemente en contacto con bebés.
Para más información sobre la vacuna contra la tos ferina, visita la página de los CDC: http://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/tosferina/
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