Un gran estudio realizado entre cinco países asegura que si la madre es adolescente, si hay diferencia de edad entre los progenitores y si los padres son mayores de 50 años, las posibilidades de desarrollar autismo es mayor. El análisis incluyó información de más de cinco millones de niños, conformando la base de datos más grande del mundo sobre este importante tema.
El análisis mencionado incluyó información de nada menos que más de 5,7 millones de niños en cinco países, a saber: Dinamarca, Israel, Noruega, Suecia y Australia y concluyó que la edad de la madre y del padre, incluso la diferencia de edad entre madre y padre pueden ser muy relevantes en el desarrollo del trastorno del espectro autista.
La investigación, publicada en la revista científica «Molecular Psychiatry», ha visto cómo la tasa de autismo aumenta en los hijos de madres adolescentes y también entre aquellos cuyos padres tienen grandes diferencias de edad entre ellos.
Además confirma que los padres mayores de 50 años tienen un riesgo mayor de tener hijos con trastorno del espectro autista.
El llamado trastorno del espectro autista es una condición que afecta a uno de cada 68 chicos según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y afecta a todas las clases sociales y grupos económicos y esa cantidad va en aumento.
Sin embargo, muchos expertos creen que en realidad no se ha producido un aumento en los casos de autismo, sino que han mejorado los métodos de diagnóstico y conteo.
Otros médicos argumentan que ahora se conoce más de cerca al trastorno, lo que facilita la detección temprana, aún en casos más leves, y eso es un gran avance.
Sea como sea, el espectro de autismo incluye el autismo, la forma más severa, así como el síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, se trata de un trastorno neurobiológico del desarrollo muy complejo que dura toda la vida. Muchas veces se lo piensa como una discapacidad del desarrollo porque generalmente comienza antes de los tres años, en el período del desarrollo.
Entre los síntomas más importante a tener en cuenta se encuentran: los problemas de socialización, problemas para hablar y en la comunicación, conductas repetitivas y dificultad para tener contacto visual.
Si bien anteriormente también se había analizado esta relación entre la edad de los padres y el aumento del riesgo de autismo, y que existe un componente genético en el desarrollo de la enfermedad, lo valioso de este nuevo informe se debe a que ha permitido establecer una conexión en millones de casos hasta crear la base de datos más grande del mundo.
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La investigación
Este trabajo global permitió también para determinar si los padres de una mayor edad ven incrementado el riesgo de tener un hijo autista. Analizando a nada menos que 5 millones 700 mil niños incluyendo a más de 30 mil autistas de los cinco países analizados, niños nacidos entre 1985 y el 2004 y le dieron seguimiento hasta el 2009.
«La muestra nos ha permitido examinar la relación entre la edad de los padres y el autismo a una resolución mucho más alta, casi como si estuviera bajo un microscopio», dijo en una entrevista sobre el tema Michael Rosanoff de la organización de investigación Autism Speaks.
Si bien los investigadores encontraron que las madres adolescentes, los padres mayores de 40 años de edad y un matrimonio donde la edad de los padres tenían una diferencia de más de 10 años, tenían más probabilidades de tener un hijo autista, dicen que los padres no deberían sentirse culpables.
Las tasas más altas de autismo se encontraron en familias donde ambos padres eran mayores, el mayor índice de riesgo se divisó en los padres mayores de 50 años. Sin embargo, alertan los investigadores, eso no quiere decir que los hijos de padres mayores sean autistas.
Los autores de la investigación aseguran que el mayor riesgo asociado con padres mayores de 50 años tiene que ver con las mutaciones genéticas que aumentan con la edad en los espermatozoides y que dichas mutaciones pueden contribuir al desarrollo del trastorno del espectro autista.
Con respecto a la edad de la madre, el estudio llegó a la conclusión de que las madres mayores de 40 tenían un riesgo de un 15% de tener un hijo con autismo y que las madres adolescentes un 18% más que entre los nacidos de madres de más de 20 años.
Otro dato interesante es la incidencia de la diferencia de edad entre los padres. Por ejemplo, si los padres tenían entre 35 y 44 años y le llevaban unos 10 años o más a sus parejas pero también en las parejas donde las mujeres eran 10 años más grandes que los hombres.
Los expertos dicen que la asociación edad de la madre y de la diferencia de edad entre los padres permanece sin explicación y que creen que se debe a los múltiples mecanismos que actúan en la incidencia de esta enfermedad.
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