La frase 'No muerdas la mano de quién te da de comer' parece que no cuenta para los maridos que dependen 100% económicamente de sus parejas. Un nuevo estudio asegura que cuando el hombre depende un 100% del ingreso económico de su mujer, más chances tiene de serle infiel, tres veces más que las mujeres que dependen de sus maridos.
"Nuestros resultados indican que a las personas les gusta sentirse como un igual en sus relaciones y que no disfrutan de sentirse dependientes de otra persona", explica la socióloga Christin L. Munsch, de la Universidad de Connecticut.
De acuerdo con la investigación, en un año promedio, existe un 5% de probabilidades de que una mujer que es completamente dependiente económicamente de su marido le sea infiel, mientras que los hombres que dependen de las mujeres tienen un 15% de chances de tener una aventura amorosa.
Y esto no es un problema menor, ya que según una encuesta del Pew Research Center, 4 de cada 10 hogares con niños tienen a una mujer como fuente de único ingreso.
Ya las mujeres que son el principal sostén económico de sus casas habían mostrado su insatisfacción respecto a sus vidas, según datos revelados anteriormente por una encuesta de de Working Mother Media.
Ahora, tienen más motivos de preocupación.
Es difícil poder precisar exactamente cuánta gente es infiel porque muchos no lo admiten en las encuestas, pero los expertos calculan que entre un 20 y un 30% de los hombres casados y entre un 10 y un 15% de las mujeres casadas, han tenido una relación extra-matrimonial.
El nuevo estudio, publicado en la edición de junio de la revista científica American Sociological Review, asegura que el ser económicamente dependiente se choca con la idea de hombría, de masculinidad y las expectativas sociales hacia un hombre, con lo cual atribuye estos resultados a un tema cultural sobre qué significa ser un hombre.
"La infidelidad sería una forma de restablecer la masculinidad de estos hombres dependientes de sus mujeres", explica Munsch. "Existe mucha literatura sobre como los hombres que sienten amenazada su identidad y su masculinidad, se enganchan en conductas hiper-masculinas...y el sexo es una de las principales que sienten asociadas a su masculinidad".
La investigación se basó en el análisis de 2,750 entrevistas a personas casadas de entre 18 y 32 años y fue parte de la National Longitudinal Survey of Youth.
Lo interesante de la investigación es que las mujeres que trabajan y cuyos maridos dependen de ellas económicamente son las que menos chances tienen de engañarlos, sólo un 1,5% dice el estudio.
"Existe muchas investigaciones que dan cuenta que estas mujeres, como saben que siendo sostenes de la casa están rompiendo normas sociales, se sienten culpables muchas veces y tratan de aumentar el sentimiento de masculinidad de sus hombres a través de realizar también la mayoría de las tareas del hogar", explica la experta.
"Ya lo hago sentir mal y amenazado por el hecho de ser yo la que lo mantengo, encima no voy a hacerlo limpiar el inodoro", dirían estas mujeres según Munsch y agrega que estas actitudes aseguran que las mujeres harán lo que esté a su alcance para que la relación permanezca intacta y no serían infieles para no ponerla en peligro.
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Además, no tienen tiempo para infidelidades, están realmente ocupadas, dice la investigadora líder del estudio.
Sin embargo, cuando se trata de hombres, aunque trabajen todo el día, el tiempo y la oportunidad no parece ser un problema para tener una aventura amorosa.
Los hombres cuyas mujeres son totalmente dependientes de ellos tienen un 4% de chances de ser infieles, mucho más que las mujeres que trabajan pero mucho menos que el 15% de los hombres dependientes.
Lo que explican los investigadores, es que escuchamos mucho hablar de políticos, de famosos que son infieles y cuyas mujeres depende de ellos justamente porque son ellos los exitosos, pero de los hombres de mujeres que trabajan y que dependen 100% del ingreso de ellas, nadie habla.
Al entrevistar estudiantes universitarios y preguntarles sobre sus expectativas Munsch encontró que la gran mayoría espera ser el sostén principal de sus familias. Y si bien esperan que sus mujeres trabajan, tienen la ilusión de que serán el principal ingreso de sus casas.
"Esto es sorprendente porque estamos en el 2015, en una generación de mujeres increíblemente exitosas...el hecho de que estos jóvenes que han crecido en la era post feminismo aún tengas estas ideas de ser el ingreso principal de sus hogares habla de cuán fuerte es esta norma social", agregó.
El por qué de la infidelidad
Acorde con una encuesta mundial del sitio de citas extra matrimoniales Second Love en su gran mayoría los hombres dicen que son infieles cuando su vida sexual no los satisface y las mujeres porque quieren atraer la atención de otra persona ya que de su pareja no lo tienen.
Sin embargo, explicó Erik Drost, dueño y fundador de Second Love, de todas maneras, ambos, tanto hombres como mujeres coinciden en que no buscan un romance para abandonar a sus parejas sino como una forma de mantener sus relaciones en forma más llevadera y agregarles condimento.
Entre las carencias, las principales mencionadas son la falta de atención y de afecto, la búsqueda de romper con la rutina de las relaciones largas. En esta encuesta en particular, el 54% de los encuestados revelaron que están casados hace más de 10 años, y más del 60% tiene hijos.
Con respecto a cuándo fue la primera vez, la red social de los infieles AshleyMadison.com realizó un informe con más de 1400 hombres y mujeres, la cual reveló que suele ocurrir cuando la pareja atraviesa el cuarto año.
"La mayoría de los usuarios respondió que en su círculo más íntimo de amistades conocen al menos dos de cuatro que han cometido una infidelidad", agregó el fundador de Second Love, otra plataforma online para comprometidos que buscan una aventura amorosa con otra persona en su misma condición.
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