Cerrar

Joseph Prenssil, hoy de 36 años, vivía en Texas en el 2007 cuando conoció a Anetria Burnett, con quien mantuvo una breve relación.

Al terminar el vínculo, Prenssil se mudó a Nueva York, no sin antes recibir la noticia de que Burnett estaba embarazada… de mellizos.

“Siempre usamos condón, pero pensé que había sido un accidente”, contó el hombre al periódico New York Post.

• Los hombres también tienen su reloj biológico

Aunque la paternidad lo tomó por sorpresa, Prentiss la asumió y comenzó a pasarle a Burnett $800 dólares mensuales para la manutención.

Sin embargo, la mujer, hoy de 34 años, fue más allá: presentó una demanda legal reclamando parte de los bienes que Prenssil, gerente de una empresa de telecomunicaciones, posee en Texas.

“Al principio dudé que fueran mis hijas, pero son idénticas a mí”, expresó Prenssil. La prueba de ADN confirmó el vínculo genético.

Pero la verdadera sorpresa llegó en el correo este febrero, cuando el hombre recibió una cuenta de un banco de crio-preservación de esperma… y la verdad salió a la luz: la mujer le había robado el esperma para hacerse una fecundación in vitro. Y nunca pagó la cuenta por el excedente de esperma que quedó en el banco.

La factura llegó del Advanced Fertility Center, de Texas. La mujer había llevado las muestras de esperma a esa clínica, en donde se realizó el procedimiento por el cual nacieron los mellizos.

Prenssil ahora está demandando a la mamá de sus hijos, y pidiendo la custodia plena de los pequeños. Porque al parecer la motivación de Burnett, una ex bailarina exótica, no era el incontrolable deseo de ser mamá sino usar a los hijos para quedarse en la casa de Prenssil, en la que vivió durante los seis meses de noviazgo.

Más para leer:

• Donantes de esperma tienen 100 hijos

• Famosos que eligieron el vientre de alquiler

• 10 soluciones naturales para problemas sexuales