Nuestra emociones negativas, como el miedo o el enojo, nos advierten de las amenazas y desafíos próximos. Por eso, aumentan nuestra conciencia, ayudándonos a enfocarnos en un problema de manera que podamos solucionarlo.
Pero tener muchas emociones negativas puede agobiarnos, ponernos ansiosos, cansarnos e incluso estresarnos.
Diferentes investigaciones se han concentrado en estudiar como la exposición a estados de ánimo negativos, suelen afectar nuestra salud física.
Pero un reciente análisis, demostró evidencias que sugieren que la exposición constante a emociones negativas, puede tener un notable impacto en el funcionamiento del sistema inmune y estar asociadas con un mayor riesgo de inflamación exacerbada.
El estudio fue dirigido por Jennifer Graham-Engeland, profesora asociada de la Universidad Estatal de Pennsylvania en State College, EE.UU. y publicado en la revista Brain, Behavior, and Immunity.
Consecuencias de los estados de ánimo negativos
Los especialistas recopilaron datos de 220 voluntarios a partir de un enfoque de dos niveles. Por un lado, utilizaron cuestionarios donde les pedían que registraran sus sentimientos a lo largo de las dos semanas que duró el estudio. Estas evaluaciones les permitieron a los expertos detallar los perfiles emocionales de los participantes.
Por otra parte, evaluaron la respuesta inmune de los voluntarios al recolectar muestras de sangre y buscar marcadores de inflamación. Eligieron la inflamación, ya que ocurre naturalmente como parte de la respuesta inmune, cuando el cuerpo reacciona ante infecciones o heridas.
Graham-Engeland y su equipo notaron que las personas que experimentaban estados de ánimo negativos varias veces al día durante largos períodos de tiempo tendían a mostrar niveles más altos de biomarcadores de inflamación en la sangre.
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Los científicos también observaron que si recolectaban muestras de sangre de los participantes poco después de haber experimentado una emoción negativa como tristeza o enojo, los biomarcadores de la inflamación estaban presentes en la sangre.
Sin embargo, experimentar estados de ánimo positivos, aunque fuera por poco tiempo antes de tomar la muestra, se asoció con menores niveles de inflamación.
Tener en cuenta el efecto
Los científicos confían en que su estudio agregue evidencia crucial sobre el impacto del efecto negativo en la salud, especialmente porque sus participantes pertenecían a diversos orígenes étnicos, raciales y socioeconómicos.
De todas formas, advirtieron que para confirmar estos hallazgos, es necesario replicarlos con futuros estudios. Esta investigación fue la primera en explorar el vínculo entre los informes de estado de ánimo, tanto momentáneos como a largo plazo, y las medidas de inflamación.
La idea de los científicos es que éste y otros estudios similares permitan a los especialistas encontrar estrategias apropiadas para mejorar el estado de ánimo y proteger así, los aspectos de la salud física.
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