Las mujeres no son las únicas que retrasan su decisión de ser madres, los hombres también están siendo padres a una edad mayor, y George Clooney, quien fue padre en junio de 2017, a los 56 años, es sólo la punta del iceberg.
La edad media del padre de un bebé estadounidense ha aumentado en casi 4 años desde los años setenta hasta ahora: de 27,4 a 30,9, según un estudio publicado el miércoles 30 de agosto de 2017 en la revista Human Reproduction.
Es bastante alto para un período relativamente corto de tiempo -básicamente una generación- dijo a Today el Dr. Michael Eisenberg, coautor del estudio y profesor asistente de urología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en EE.UU.
Él pensaba que ese cambio se reflejaría sólo en algunos grupos, pero se sorprendió. "Esta tendencia existe para cada grupo que observamos, en cualquier raza y etnia, en cualquier nivel de educación o región del país, subió", dijo Eisenberg.
Los nacimientos de hijos de hombres mayores de 40 años se han más que duplicado y ahora representan casi una décima parte de todos los bebés nacidos en Estados Unidos, según el estudio.
El informe se basa en todos los nacimientos reportados en Estados Unidos de 1972 a 2015, recogidos por el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales. Los investigadores no analizaron si era el primer, segundo o tercer hijo de un hombre, sólo se centraron en la edad de los padres de cualquier recién nacido.
Por qué se espera tanto para ser padre
"Es la pregunta del millón", dijo Eisenberg. "Son probablemente las mismas razones que existen para las mujeres. La anticoncepción es mejor que en el pasado. Además, la gente quiere estar más establecida en su carrera cuando decide tener hijos, y por esa razón, las parejas se retrasan naturalmente" explicó.
El efecto sobre la salud de los hijos puede ser "significativo", escribieron los investigadores. A medida que los hombres envejecen, la calidad de su semen disminuye, y los niños nacidos de padres mayores enfrentan un mayor riesgo de autismo, enfermedad psiquiátrica, enfermedad neurológica, cáncer pediátrico y anomalías cromosómicas, señala el estudio.
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Otra investigación aparecida en JAMA Psychiatry en 2014, halló una relación entre ciertas enfermedades mentales y los padres mayores. Es un enorme estudio de datos sobre 2,6 millones de niños nacidos en Suecia y revela que un padre maduro tendría 3 o 4 más veces de probabilidades de tener un niño con autismo.
Hay un lado bueno en hijos de padres maduros
Para quitar el estigma a los padres adultos, una investigación científica revela que los hijos de padres mayores (de 35 años en adelante) obtuvieron una puntuación del 32% superior en los exámenes que los hijos de padres menores de 25 años.
Los niños fueron evaluados a los 12 años y sus puntajes fueron agrupados para formar un "índice geek", y aquéllos que clasificaron como los más altos obtuvieron coeficientes de inteligencia más altos, niveles de enfoque más robustos y menos preocupación por la aceptación social.
"Geek" suele ser un término para denominar a las personas que tienden a ser antisociables y demasiado intelectuales, según los autores del estudio.
Los resultados fueron publicados en junio de 2017 en Nature. Magdalena Janecka, una de las autoras, del Seaver Autism Center for Research and Treatment en Mount Sinai, dijo: "Creo que es muy importante que podamos aliviar el estigma de los padres mayores. Es fundamental agregar algo positivo a eso y hacer que los padres mayores no se sientan culpables por cómo a sus hijos les va en la vida" agregó.
Para ella, la edad no es un problema: "Los hombres que deciden tener un hijo a una edad avanzada, son algo diferentes. Ellos permanecen en la educación por un período más largo de tiempo, se centran en su trabajo hasta más adelante en la vida". Y rescató las ventajas que puede tener un hijo de un padre maduro: más estabilidad y equilibrio.
Aunque no cree que el nuevo estudio deba disminuir la preocupación que rodea a los padres mayores sobre el riesgo de la transmisión de enfermedades genéticas a sus hijos, Janecka no se sorprende de los hallazgos acerca de que ser hijo de un padre maduro, también puede tener su parte positiva.
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