Cada vez es más frecuente escuchar sobre el nacimiento de bebés con más de 12 libras de peso (5.4 kg). El más reciente es el de la pequeña Mia Yasmin García, quien nació con un peso de 13 libras y 13 onzas (6.2 kg), y 22 pulgadas (55.8 centímetros) de largo. Esta tendencia se atribuye a la creciente tasa de obesidad y diabetes gestacional en las mujeres embarazadas.
Antes del parto, los médicos del Hospital del Valle de San Luis, en Colorado, Estados Unidos, le habían dicho a la madre de Mia Yasmin, Alisha Hernandez, que la niña nacería con un peso de 7 libras (3.17 kg). La bebé fue trasladada al Hospital Infantil de Aurora por problemas respiratorios y por altos niveles de glucosa. La niña es la quinta de cinco hermanos.
El padre de Mia Yasmin, Francisco García, comentó a los medios de comunicación que "todos estaban sorprendidos al ver una bebé así, abrieron muchos los ojos como si nunca hubiera visto una bebé así", señaló.
La Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP, por sus siglas en inglés) refiere que el nacimiento de un bebé con un peso de más de 8.13 libras (4 kg) se da en el 10% de los embarazos en Estados Unidos e implica serios riesgos durante el parto. Hasta ahora, el método estándar para calcular el peso del niño es la ecografía, aunque esta no es una técnica exacta.
El julio del año pasado, en Pennsylvania, una mujer dio a luz a un niño que pesó 6,35 kilos y midió 63 centímetro, convirtiéndose en uno de los bebés más grandes nacidos en EE.UU. Otro caso que causó gran atención fue el del bebé JaMichael Brown con un peso de 16 libras y una onza (7.54 kg) quien nació en julio del 2011 en el centro médico Good Shepherd de Texas, EE.UU.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), un bebé pequeño se considera al que pesa menos de 5.5 libras (2.5 kg) y un bebé grande al de más de 8.8 libras (4 kg). Estos últimos tienen un mayor riesgo de lesiones al nacer y problemas con el azúcar en la sangre.
Los riesgo de ser un súper bebé
Algunas madres aún tienen la creencia de que un bebé gordito es un bebé sanito y no hay motivo para preocuparse, sin embargo, es un error pensar de esa manera advirtió el cirujano Rafael Álvarez Cordero, titular del Programa de Prevención de la Obesidad de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, (México).
En entrevista con HolaDoctor, el especialista destacó que un bebé macrosómico (aquel cuyo peso es generalmente superior a 8 libras o 4,000 gramos) no es un niño sano por dos razones: está condenado a luchar contra la obesidad desde el vientre materno, y también contra las patologías derivadas del exceso de peso.
Además, la vida del bebé tras el nacimiento se pone en juego, debido a que al ser niños con mucho peso corporal, sus órganos vitales tales como el corazón, hígado o páncreas tienden a agrandarse, alertó.
Queremos Conocer su Opinión
¿Cómo califica el contenido que acaba de leer/ver?
¿Qué tanto me motiva a vivir saludable?
Yo soy...
Proveedor de Salud
Administrador o Recursos Humanos – Empresa
Asegurado
Corredor de Seguros
Ninguna de las Anteriores
Álvarez Cordero precisó que hay varios factores que pueden influir para que un feto se desarrolle más de lo normal:
Genética. Si un feto tiene un padre o una madre de gran tamaño es de esperar que él haya heredado el mismo tipo de crecimiento.
Diabetes materna. En cualquier embarazada que viva con diabetes (tipo 1, tipo 2 o gestacional) y no se encuentre controlada se producirá un aumento en los niveles de glucosa en sangre que a su vez, ocasionará un aumento de la insulina fetal para contrarrestar ese exceso de glucosa. Cuando aumentan los niveles de insulina, el feto aumenta su ritmo de crecimiento y esto origina frecuentemente casos de macrosomía fetal.
Obesidad materna o ganancia excesiva de peso durante el embarazo. La ganancia de peso debe ser progresiva y no excesiva. “Si una mujer aumenta 9 kilos (19 libras) durante el embarazo, se puede decir que tendrá un bebé con un peso aproximado de 3 kilos (6 libras)”, afirmó Álvarez Cordero.
Según un estudio de la revista Obstetrics & Gynecology, las mujeres que engordan más de lo recomendado durante su embarazo tienen 3.36 veces más posibilidad de dar a luz bebés con macrosomía y 1.80 veces más posibilidad de tener bebés grandes para la edad gestacional.
El récord de peso, recogido por el Libro Guinness, corresponde a un pequeño nacido en 1879 en Estados Unidos de 23 libras y 12 onzas (10.8 kilos), aunque murió horas después de su llegada al mundo. Además, tiene registro de otros dos súper bebés que pesaron 22 libras y 7 onzas (10.2 kilos) al nacer: el primero fue alumbrado por la italiana Carmelina Fedele en Septiembre de 1955 y el segundo nació en Sudáfrica en 1982.
Más para leer:
- Bebés de diseño ¿cuál es el límite?
- Beneficios de la lactancia para mamás y bebés
- Hay más niños con enfermedades de adultos
© 2024 Pan-American Life