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A sus 85 años, el actor Sergio Corona ha vivido un sinfín de momentos maravillosos tanto en su carrera profesional como en su vida privada. Pero también ha vivido el otro lado de la moneda: situaciones difíciles, como la muerte de varios seres queridos.

“La muerte de mi madre, mi padre y mis hermanos han sido las que más me han dolido”, comentó el artista a HolaDoctor. “Ahora que también murió (el actor) Sergio Bustamante y en años pasados Sergio Giménez, te deja un gran vacío en tu existencia”, agregó.

Cuando muere un ser querido es inevitable atravesar lo que se le conoce como una etapa de duelo y conmoción. Esto consiste en una serie de sentimientos que van desde el dolor y la tristeza, con periodos de enojo y hasta intentos desesperados de negar lo sucedido.

Esto lo sabe el también comediante, quien recomienda siempre hacer frente a este proceso y aceptarlo. “Trato desde hace mucho tiempo de ser objetivo. Esto consiste en no exagerar lo que está pasando. Por ejemplo, las penas grandes, no hay que conservar el dolor”, manifestó.

Para Corona, el recordar y expresar en repetidas veces una pérdida es parte de la clave para salir a flote. “Un ejemplo. Un maestro le contó a sus alumnos un chiste y ellos se rieron; contó el mismo chiste después y se rieron menos y a la quinta vez ya nadie se rió. Cuando se muere un ser querido lloras, te da mucha tristeza. Al año lo vas a visitar al panteón, lo recuerdas y vuelves a llorar, a los 10 años el sentimiento es casi nulo”.

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Una manera de describir el duelo, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, es mediante cinco etapas, las cuales no se presentan en un orden y no la experimentan todas las personas: 1) negación, aturdimiento e incredulidad, 2) ira, culpar a otros, 3) hacer promesas, 4) estado de ánimo depresivo, tristeza y llanto, y 5) aceptación.

Una de las etapas que a muchos les cuesta trabajo superar es el último punto mencionado. Sobre esto, Corona sentenció: “¿Qué tiene que hacer una persona, objetivamente? Si ya se murió, si no hay remedio, no tienes que sufrir, tienes que dar gracias que lo conociste, que existió, pero lo demás no sirve de nada”, añadió.

Frente a un momento duro como ver de cerca la muerte, la familia y los amigos pueden ofrecer apoyo emocional. En algunas ocasiones, los factores externos pueden afectar el proceso de aflicción normal y las personas podrían necesitar ayuda de religiosos, especialistas en salud mental, grupos de autoayuda y trabajadores sociales. Al final, la muerte se trata de un proceso natural en el que tarde o temprano todos partirán.

Con información de la Fundación Nemours y la Biblioteca Nacional de Medicina.

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