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Un paro cardiorrespiratorio, como el que terminó con el músico Diomedes Díaz, consiste en la interrupción repentina y simultánea de la respiración y el funcionamiento del corazón debido a la relación que existe entre el sistema respiratorio y el circulatorio, según explica el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Si hablamos de números, este problema no es nada ajeno en el país, pues se estima que en Estados Unidos las cifras de los pacientes que son tratados anualmente de un paro cardiorrespiratorio es de 370,000 a 700,000.

Cuando este evento se llega a iniciar como un paro cardiaco, la circulación se detiene y todos los órganos vitales quedan instantáneamente privados de oxígeno.

Además, esta complicación puede estar asociada a varios fenómenos, por ejemplo, fibrilación ventricular, taquicardia ventricular, asistolia o disociación electromecánica.

Un paro puede llegar de repente, y sorprender a cualquier paciente, como al colombiano. “Fue una noticia muy trágica y sorpresiva, pues apenas el viernes pasado Díaz se presentó en Barranquilla”, comentó José Sequeda, el representante del artista.

Existen varias causas que pueden derivar en este cuadro, como la isquemia (cualquier condición que impide que la sangre alcance los órganos y tejidos del cuerpo), hipoxia (cuando una región del cuerpo se ve privada del suministro adecuado de oxígeno), exanguinación (pérdida de sangre), padecer trastornos electrolíticos y metabólicos, así como el consumir ciertas drogas, como algunos depresores.

Algunos de los síntomas que una persona experimenta en un paro son: un estado inconsciente, no se percibe su respiración ni el pulso carotídeo, la tonalidad de su piel palidece, se dilatan sus pupilas y no reacciona a las insuflaciones (respiración de boca a boca).

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Cuando un paciente se encuentra con este problema el equipo médico tratará de llevar a cabo un trabajo de resucitación cardiopulmonar (RCP), el cual consta de tres etapas.

En la primera se trata de entregar sangre a los tejidos, a través de maniobras básicas.

En la segunda etapa se tiene como finalidad restaurar la circulación espontánea, para lo cual es necesario identificar el mecanismo del paro. Durante este periodo se puede tomar la decisión de suspender las maniobras de reanimación.

Finalmente en la última se determina el pronóstico del paro de acuerdo a su etiología y evolución. En esta etapa se emplean técnicas para resucitar el cerebro y se apoyan los demás órganos vitales comprometidos.

En muchos hospitales esta complicación da pie a que uno de los cuidadores anuncie el “código azul” donde invoca la respuesta inmediata de equipo médico y doctores. Esto puede derivar en más maniobras de reanimación o en que el doctor declare la muerte del paciente.

A través de las redes sociales muchos seguidores del cantautor han externado su sentir tras su deceso. Por su parte, el presidente de Colombia Juan Manuel Santos escribió: “Fueron muchas las horas de felicidad que pasamos con las canciones de Diomedes Díaz. Paz en su tumba”.

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