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Para Oprah Winfrey el único límite es la familia, pues aunque goza de muy buena estabilidad económica y proyectos que han sido exitosos, cuando se trata de hablar de ser mamá, entra en miedo.

“Si tuviera hijos, me odiarían. Habrían terminado en una especie de equivalente del show de Oprah hablando sobre mí; porque algo (en mi vida) tendría que haber sufrido y, probablemente hubieran sido ellos”, comentó la empresaria a The Hollywood Reporter.

Parte del problema de Winfrey se explicaría por un hecho que marcó su vida. Cuando tuvo 14 años dio a luz a un bebé, quien lamentablemente sólo vivió unas semanas. Posteriormente su actitud cambió y decidió centrarse en otro tipo de objetivos, a diferencia de varias de sus amigas que ya son mamás.

“Gale (una de sus compañeras de la infancia y madre de dos hijos) fue el tipo de chica que, en séptimo grado, ya se preocupaba por sacar adelante a sus niños, mientras que yo soñaba ser como Martin Luther King”, agregó.

Algunas estrellas, como Oprah, temen en convertirse en madres, y mientras pasa el tiempo cada vez se aleja esta anhelada oportunidad. 

Este tipo de miedo tiene nombre: tocofobia y se refiere al miedo irracional al embarazo. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, cerca del 3% de las mujeres tienen este problema y les atemoriza que la cigüeña llegue con una sorpresa.

Parte de los temores que agobian a muchas mujeres tiene que ver con los cambios físicos, a las responsabilidades que conlleva tener un bebé y al cambio de vida que se supone puede traer la llegada de un hijo.

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Incluso, este miedo puede desencadenar problemas de salud en una persona, como por ejemplo, un profundo estado de ansiedad, e incluso podría llegar más lejos, como a desarrollar una crisis nerviosa, según advierten algunos investigadores.

Puede ser normal pensar en lo que puede traer consigo un embarazo, como algunos de sus síntomas (náuseas, mareos, antojos) hasta incluso llegar a considerar lo doloroso que podría ser el parto, no obstante, cuando esta preocupación se vuelve un miedo patológico persistente ya estamos hablando de una fobia.

Cabe mencionar que la tocofobia atraviesa por dos etapas, una primaria y otra secundaria. La primera la padecen mujeres que nunca han tenido hijos y su origen puede deberse a alteraciones psicológicas o abusos sexuales.

Por otra parte, la secundaria la viven las mujeres que ya han tenido uno o más hijos y han tenido una experiencia previa traumática relacionada con el embarazo o el parto, como un parto perturbador, una mala práctica obstétrica o una fuerte depresión posparto. Esto podría ser la clave del porqué no quiere ser madre la estadounidense.

No obstante, como dice la frase: “para grandes males, grandes remedios”. La base del tratamiento contra esta fobia constituye métodos psicoterapéuticos que disminuyen este tipo de experiencias. Existe una gran necesidad de darle un enfoque multidisciplinario a esta fobia debido a que abarca diferentes aspectos, implicaciones anestésicas, psicológicas y psiquiátricas.

Otro aspecto que muchas mujeres con esta fobia deben de considerar es la edad, pues conforme cumplan más años, más se reducen las posibilidades de quedar embarazada. Así que si quieren superar este miedo, tienen que trabajar contra el reloj.

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