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Las enfermedades respiratorias agudas son aquellas que afectan de distintas maneras la respiración normal. 

Se dividen en dos grupos: las del tracto respiratorio superior, que se presentan básicamente desde los senos paranasales hasta las cuerdas vocales; y las del tracto respiratorio inferior, que se desarrollan desde las cuerdas vocales hasta el final de los pulmones.

Enfermedades respiratorias del tracto superior

Resfrío común. Ocurre cuando hay secreción y congestión nasal, junto con estornudos. Hay millones de casos al año en todo el mundo, y, como indica su nombre, es la enfermedad respiratoria más frecuente. 

Sinusitis. Se presenta cuando se inflaman los senos paranasales, que son cavidades óseas llenas de aire. Al congestionarse, se produce inflamación y esto puede causar mucosidad y dolor si los senos se bloquean.

Infección de oído (otitis). Es un término amplio que define a las inflamaciones de distintas partes del oído interno y externo. Pueden ser extremadamente dolorosas y son muy frecuentes en la infancia.

Faringitis. Se trata de una hinchazón que ocurre en la parte posterior de la garganta, llamada faringe. 

Epiglotitis. La epiglotis es un tejido rígido ubicado en la parte posterior de la lengua, que cierra la tráquea cuando se traga para que el alimento no se vaya a las vías respiratorias. La epiglotitis ahora es muy poco frecuente, debido a que la vacuna contra la H influenzae tipo B (Hib) se administra de manera rutinaria a todos los niños. 

Laringitis. Es la hinchazón o inflamación de la laringe. La laringe es en donde se encuentran las cuerdas vocales.  

Enfermedades respiratorias del tracto inferior

Bronquitis. Es la inflamación de los conductos bronquiales, las vías respiratorias que llevan oxígeno a sus pulmones. La mayoría de los casos de bronquitis aguda mejora en unos días, pero la tos puede durar varias semanas después de haberse curado la infección.

Bronquiolitis. Es una hinchazón y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones (bronquiolos).

Neumonía. La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones. Causa que los alvéolos pulmonares se llenen de líquido o pus.

Las causas de estas enfermedades respiratorias son una variedad de microbios: desde virus hasta hongos o bacterias.

Síntomas

Los más frecuentes son:

• Tos, generalmente con moco de distinta intensidad
• Estornudos
• Secreción o congestión nasal
• Dolor de garganta
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares
• Congestión en los senos nasales o los pulmones
• Fatiga generalizada

Diagnóstico 

Generalmente, estas infecciones se diagnostican a través de un examen clínico durante el cual el doctor evalúa los síntomas. 

Para confirmar el tipo de gérmen que está infectando se puede realizar un examen tomando una muestra tomada en la nariz o en la garganta.

Si la infección es en el tracto respiratorio inferior, el médico puede ordenar una radiografía para observar mejor la extensión del problema.

Tratamiento

A menos que la persona tenga un sistema inmune debilitado o condiciones que afecten su respuesta a microbios externos, estos gérmenes suelen desaparecer por si solos en unas dos semanas. 

No hay un tratamiento que cure estas afecciones, pero si medicinas como supresores de la tos, expectorantes o analgésicos que alivian los síntomas. 

Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Clinica Mayo, NIH, CDC.