Todos conocemos a alguien con este problema. El estrabismo, o mirada “bizca” como se le conoce informalmente, no sólo tiene repercusiones en la apariencia y autoestima de la persona que lo padece, sino también en la salud visual.
Hablar de estrabismo es tratar con un trastorno detectable a simple vista. Consiste en la mala alineación de los ojos y según la Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo, el 4% de la población de Estados Unidos lo padece.
Aunque pudiera parecer un simple problema de apariencia, el estrabismo puede tener diferentes impactos en el paciente, como baja autoestima y sufrir burlas por parte de su entorno. Internamente, esta enfermedad puede producir daños en los nervios y otros músculos cercanos a los globos oculares. También tiene repercusiones a nivel cerebral.
Existen diferentes tipos de estrabismo, según la dirección en la que se encuentran los ojos. Los tipos más comunes son endotropías (los ojos están desviados hacia adentro), exotropias (ojos desviados hacia fuera), hipotropias e hipertropias (ojos hacia abajo y arriba respectivamente), indica la asociación.
Los detonantes de este problema, suelen variar según la edad en la que se desarrollan. Por fortuna, bajo tratamiento médico es posible corregir este problema.
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