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La realidad que viven muchas personas con problemas de habla y escucha es complicada. Y es que la falta de recursos para comunicarse con la sociedad los ha llevado a vivir en la exclusión.

En la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnología Avanzada (UPIITA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en México, Helena Luna, una joven egresada de la facultad, elaboró un prototipo capaz de resolver esta necesidad.

“Es un guante que traduce el alfabeto sordomudo a una persona que no lo conoce. Lo que tú haces es realizar una seña o un gesto deletreando la palabra y ésta se comunica con una aplicación móvil que reproduce en audio lo que quieres decir”, comentó Luna.

A través de varios sensores flexibles conectados a los dedos del guante, se manda la información a un procesador, el cual se comunica con módulo bluetooth para después enlazar a un teléfono celular que a través una app reproducirá en sonidos el contenido del mensaje que se quiera transmitir.

El prototipo cuenta con la detección de las 26 letras del alfabeto internacional y se están realizando mejoras con la intención que el guante pueda reconocer en su totalidad el lenguaje mexicano de señas, así como algunas abreviaturas.

“Ahorita estoy trabajando con otros compañeros en nuevas implementaciones. Estamos utilizando materiales de mejor calidad y algunos que no se han utilizado en México. La idea es hacerlo lo más ergonómico posible, que sea funcional y que pueda utilizarlo cualquier persona”, agregó Luna.

Además de facilitar la interacción entre quienes conocen y no el lenguaje a señas, el prototipo es de fácil manejo, cuenta con una pila de larga duración y su precio de producción es de accesible, pues oscila en los 100 dólares.

Tanto Helena como su equipo buscan que en un futuro próximo este guante llegue a ser usado por las personas más necesitadas. Sin embargo, no cuentan con los recursos necesarios por lo que están buscando apoyo para proyectar y financiar su trabajo.

“Lo que nosotros buscamos es gente que estén interesadas en el proyecto y que quieran colaborar. A veces lo que nos frena un poco es la cuestión económica, pero seguimos trabajando en ello con los recursos que tenemos”, finalizó Luna.

De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), 360 millones de personas en el mundo tienen problemas de audición, de las cuales 328 millones son adultos y el resto son niños.

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