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A quien le gustan los frutos secos, ahora tiene un motivo más para consumirlos, ya que podrían ayudar a alejar los riegos de muerte precoz. Una investigación reciente halló que las personas que comían una onza diaria (28 gramos) de frutos tenían un 20 % menos de riesgo de morir de cualquier causa.

"Observamos el consumo de frutos secos en aproximadamente 119,000 estadounidenses durante los últimos 30 años", apuntó el autor del estudio, el doctor Charles Fuchs, director del Centro de Cáncer Gastrointestinal del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston. "Las personas que consumían frutos secos con regularidad experimentaron una reducción significativa en [la muerte por todas las causas]".

El estudio incluyó a más de 76,000 mujeres y a más de 42,000 hombres sin antecedentes de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular o cáncer. El consumo de frutos secos se verificó al inicio del estudio, y cada 2 y 4 años.

Cuando los investigadores compararon a las personas que comían frutos secos con las que no lo hacían, hallaron en las primeras un 7 % menos de riesgo de morir por cualquier causa. Las que comían frutos secos una vez por semana tenían un riesgo de muerte un 11 % menor, y las que comían entre 2 y 4 porciones semanales tuvieron una reducción del 13 %. Los que consumían la mayor cantidad de frutos secos - al menos 7 porciones de una onza a la semana - redujeron su riesgo general de muerte en un 20 %.

Comer más frutos secos también se vinculó con un menor riesgo de muerte por cáncer, enfermedades del corazón y afecciones respiratorias. Estas personas tendían a tener una mejor salud en general, eran más delgadas, con menor tasa de obesidad y colesterol, menor índice de glucemia alta y cintura más pequeña. Comían más frutas y verduras y hacían más ejercicio que el resto.

Según informa Fuchs, una porción de una onza equivale a unas 16 a 24 almendras, o 30 a 35 cacahuates. Alice Bender, directora de los programas de nutrición del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, declaró que este estudio refuerza la idea de que los frutos secos son parte de una dieta sana, sobre todo si se comen en lugar de papas fritas o dulces.

Para Bender, los frutos secos proveen proteína de calidad, fibra, grasas buenas y vitamina B; son un paquete de salud y han demostrado cualidades que protegen del cáncer. De todos modos, aclaró, “no son una solución mágica para todo sino una parte de todos los alimentos maravillosos que tenemos”. Por eso hay que consumir alimentos poco procesados, y sustituir alimentos crujientes o dulces por frutos secos, para cambiar calorías vacías por un alimento completo.

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