HealthDay News Dr. Tango Las autoridades de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos FDA, por sus siglas en inglés, abrió un debate público sobre cuánto es demasiada sal en los alimentos procesados consumidos por los estadounidenses.
La audiencia fue convocada en respuesta a una solicitud realizada en 2005 por el grupo de defensa del consumidor Center for Science in the Public Interest CSPI, que pedía a la agencia que realizara cambios en la regulación de la sal, para requerir límites sobre sus niveles en los alimentos procesados, y para requerir que se colocaran mensajes de salud relacionados a la sal y el sodio en las etiquetas de los alimentos.
"Muy pocas personas cuestionan que los estadounidenses consumen demasiada sal en los alimentos procesados y en los restaurantes y que el exceso promueve la hipertensión, el accidente cerebrovascular, los ataques cardíacos, la insuficiencia renal y una muerte precoz", afirmó el director ejecutivo del CSPI, Michael F. Jacobson. "Si bien la FDA se ha negado históricamente a desafiar a las compañías a disminuir los niveles altos de sodio, es cada vez más difícil para la FDA ignorar las llamadas a la acción hechas en años recientes por la comunidad médica".
En su testimonio en la reunión, el Dr. Stephen Havas, vicepresidente de Ciencia, Calidad y Salud Pública de la American Medical Association, dijo que "la necesidad de acción es clara. Las muertes atribuidas al consumo excesivo de sal representan una inmensa carga, el equivalente de un avión jumbo de más de 400 pasajeros que se estrellara cada día del año, año tras año".
En una declaración, Havas señaló que reducir la cantidad de sal en la dieta de los estadounidenses a la mitad durante la próxima década podría salvar 150 mil vidas anualmente.
"Los estadounidenses no consumen grandes cantidades de sal porque lo desean", dijo, "sino que con frecuencia lo hacen sin saberlo porque los fabricantes y restaurantes la echan a la comida".
Sin embargo, no todo el mundo concuerda en que la regulación es la medida correcta.
"Los estadounidenses consumen demasiada sal", coincidió Milton Stokes, vocero de la American Dietetic Association, que representa a los nutricionistas del país. "Pero no creo que la idea de una advertencia sobre el sodio sería efectiva. La gente ya está bastante confundida. Hace que la gente casi tema comer".
Un representante del sector alimentario también se opone a nueva regulación.
"El asunto realmente se trata más sobre los patrones dietéticos y decisiones alimentarias del individuo", afirmó Robert Earl, director principal de políticas de nutrición de la Food Products Association FPA, un grupo de cabildeo del sector alimentario.
"Pensamos que una alternativa a la estricta regulación de la sal como aditivo alimentario es que se puede lograr un beneficio de salud pública al exhortar al sector a continuar sus esfuerzos por reducir la sal en los productos alimenticios, al mismo tiempo que se exhorta a los consumidores estadounidenses a comer de acuerdo con las directrices dietéticas para los estadounidenses del gobierno federal", declaró Earl.
Actualmente, la FDA categoriza la sal como "generalmente reconocida como segura". Hasta ahora, la agencia se ha negado a cambiar esa categorización.
Pero en la audiencia, la AMA pidió a la agencia revocar ese estatus y desarrollar medidas de regulación para limitar el sodio en las comidas procesadas y de restaurantes.
La FDA también está buscando información sobre si se justifica un etiquetado obligatorio para los productos y si, de hecho, sería efectivo.
Stokes apoya limitar la cantidad de sodio en los alimentos, sin embargo, considera que la presión del consumidor, y no nuevas reglas de la FDA, es la manera más efectiva de lograrlo.
Los consumidores podrían incluso ni notar el cambio, dijo, especialmente si las compañías de alimentos disminuyen la cantidad de sal en sus productos de manera muy gradual. "Se trata de reducirlo lentamente", destacó.
Otra experta considera que las cosas no cambiarán hasta que los reguladores tomen medidas.
"Durante años se ha acumulado evidencia de los efectos de la sal sobre la presión arterial y la enfermedad cardiovascular", apuntó Nancy Cook, profesora asociada de medicina de la Facultad de medicina de la Harvard en Boston. "Las medidas de la FDA son probablemente la única manera para lograr una reducción en el sodio".
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Otros países, entre ellos Finlandia y el Reino Unido, han tenido éxito en reducir la cantidad de sal en las comidas procesadas, apuntó Cook. "Los fabricantes de alimentos no lo harán por sí solos", dijo.
Stokes apuntó que mejorar la dieta estadounidense no es muy difícil. "Se podría comenzar añadiendo una porción más de frutas o verduras al día y quitar el salero de la mesa", dijo. "También se pueden enjuagar las verduras enlatadas antes de usarlas, lo que elimina hasta el cuarenta por ciento de la sal".
Las directrices dietéticas de Estados Unidos recomiendan que los estadounidenses limiten su ingesta de sal a 2,300 miligramos al día. Pero la mitad de la población los negros, las personas de mediana edad y los adultos mayores, así como los hipertensos están en riesgo especial y se les aconseja usar sólo 1.500 miligramos al día.
Sin embargo, la ingesta promedio de sal para la mayoría de estadounidenses es de unos 4.000 miligramos al día, según el CSPI.
Sólo un poco de esa sal proviene del salero o de la comida casera. Alrededor del 77 por ciento proviene de alimentos procesados y de restaurantes, señala el grupo. Muchos platos de restaurante tienen suficiente sal para uno o dos días en una sola porción, según el CSPI.
Pero el vocero del sector alimentario Earl dijo que los consumidores pueden elegir opciones bajas en sodio, pues muchos productos ya tienen etiquetas de "bajo en sal" y "sin sal".
"Hay una variedad de herramientas para comunicarte el contenido de sal", afirmó. "También hay un gran esfuerzo que ha durado décadas relacionado con reducciones lentas e incrementales en el contenido de sal".
Pero en otros países se está reduciendo la sal, reportó la Associated Press. Por ejemplo, los Chicken McNuggets de McDonald's en los Estados Unidos tienen más del doble de sal que el mismo producto en el Reino Unido, y el cereal Special K de Kellog's en los Estados Unidos tiene 58 por ciento más sal que en el Reino Unido, anotó el CSPI.
Eliminar apenas algunas pizcas de sal al día mejorará la salud de los estadounidenses, señaló otro experto.
"No hay duda de que la mayoría de los estadounidenses consume demasiada sal, ni de que el exceso de sodio contribuya a la hipertensión, al accidente cerebrovascular y al índice de muertes precoces", afirmó el Dr. David Katz, director del Centro de investigación de la prevención de la Facultad de medicina de la Yale.
"Favorezco las reducciones en el contenido de sodio en los alimentos procesados y las etiquetas que faciliten que todos podamos medir y controlar nuestra ingesta de sal", declaró Katz.
Aún así, tiene sus dudas cuando se trata de una intervención en la regulación. "Me siento menos entusiasta sobre reclasificar un nutriente debido a los fallos de nuestra cadena alimentaria en general", señaló Katz.
Más información
Para más información sobre cómo reducir el sodio, visite la American Heart Association .
Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango
FUENTES: Milton Stokes, R.D., spokesman, American Dietetic Association; Nancy Cook, D.Sc., associate professor, medicine, Harvard Medical School, Boston; David Katz, M.D., M.P.H., director, Prevention Research Center, Yale School of Medicine, New Haven, Conn.; Robert Earl, M.P.H., R.D., senior director, nutrition policy, Food Products Association, Washington, D.C.; Nov. 29, 2007, statement, American Medical Association; Associated Press© Derechos de autor 2007, ScoutNews, LLC
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