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Estos frutos de color rojo provienen de un arbusto del Himalaya cuyo nombre científico es Lycium barbarum. Desde hace siglos, la medicina china utiliza sus hojas, raíces y corteza para tratar el hígado, riñones, ojos e infertilidad masculina.

Las bayas contienen ácidos grasos esenciales, entre ellos ácido linoleico, que sería capaz de promover la pérdida de grasa y reducir el apetito. Ensayos de laboratorio demostraron que los ratones alimentados con estas bayas redujeron su peso corporal, pero las pruebas en humanos aun no demostraron los mismos resultados, y hace falta seguir investigando. 

Se pueden consumir secas, en extracto encapsulado o en jugo. Secas, aportan 370 calorías cada 100 gramos, y según Natural Standard, su jugo actúa sobre las células como antioxidante. Esta propiedad es un agente antienvejecimiento que previene enfermedades, incluso el cáncer y el Alzheimer, a la vez que estimula el sistema inmune.

En EE.UU. cada día son más populares, aunque la FDA no las incluye en su lista GRAS (generalmente reconocido como seguro). Muchas de las que se venden por Internet presentaron vestigios de altos niveles de insecticidas y fungicidas en especial en bayas provenientes de China. También el Departamento de Agricultura de Nueva York detectó la presencia de sulfitos no declarados. Los cultivos asiáticos de estas bayas no suelen tener en cuenta los requisitos de la legislación de EE.UU. para certificar como orgánico un producto de consumo humano. 

Las goji se pueden consumir directamente secas o agregarlas al yogur, a los cereales del desayuno, a una ensalada o batidos. Las dosis recomendadas son de un puñado al día de 20 a 40 gramos. De todos modos, el consumo debe hacerse con moderación, ya que según estudios publicados por los Institutos Nacionales de Salud, son altamente reactivas entre personas con alergias alimentarias.

El tema de la dosificación y pureza de los productos naturales es difícil de regular y cuantificar, y no se puede determinar una dosis óptima, que asegure eficacia y seguridad. Esto sucede porque el procesamiento y la concentración de componentes activos de una sustancia natural pueden variar según cada fabricante. A su vez, resulta complicado estandarizar su elaboración como para poder comparar entre las diferentes marcas.