Un nuevo estudio ofrece una mirada inesperada a los probióticos: pueden causar distensión abdominal, niebla cerebral y acidosis láctica, entre otras afecciones. Al parecer, estas bacterias que considerábamos aliadas de la salud no son buenas para todos. Veamos por qué.
La investigación se llama Los probióticos pueden no ser para todos. Acidosis, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado y neblina cerebral. Su autor es Jacob Schor, un naturópata que actualmente pertenece a la directiva de la Asociación de Oncología de Médicos de Naturopatía y a la Junta Americana de Oncología Naturopática, y los resultados fueron publicados en Natural Medicine Journal.
Para determinar la relación entre las afecciones y los probióticos, él y su equipo evaluaron a 38 pacientes, durante tres años. Todos presentaban gases abdominales inexplicables y distensión abdominal; 30 de ellos tenían neblina mental (confusión mental, juicio deficiente, mala memoria a corto plazo y dificultad para concentrarse) y habían consumido probióticos. Tras practicar diversas pruebas, encontraron que la hinchazón abdominal, el dolor, la distensión y los gases fueron los síntomas más graves y su prevalencia fue similar entre los dos grupos.
En los 30 pacientes que habían consumido probióticos, el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado y la acidosis fueron más frecuentes y el tránsito gastrointestinal fue lento en el 33% de ellos. Al descontinuar los probióticos, la neblina mental desapareció y los síntomas gastrointestinales mejoraron significativamente en el 77%.
La misteriosa acidosis láctica
Dice la Biblioteca de Nacional de Medicina de Estados Unidos que la acidosis láctica es una afección que se presenta cuando el ácido láctico se acumula en el torrente sanguíneo más rápido de lo que puede ser eliminado. Suele estar asociada a otras enfermedades, como SIDA, cáncer, insuficiencia renal e insuficiencia.
Hasta hace muy poco se pensaba que la acidosis láctica era rara en los seres humanos. Ahora se sabe que no es así y que, además, hay una relación con los probióticos. Un informe de 2010 describió el caso de una niña de cinco años cuya ingesta de probióticos suplementarios se asoció con acidosis. Y en 2014, en otro informe se centraron en siete pacientes que habían presentado hinchazón abdominal inexplicable y nebulosa cerebral y que consumían probióticos.
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El trabajo de Schor sugiere que la acidosis puede ser mucho más común de lo que se sospecha, “en parte autoinducida o autoinfligida por personas que se complementan con probióticos de venta libre: las omnipresentes especies de Lactobacillus y Bifidobacterium que hemos promovido durante mucho tiempo”.
De acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su sigla en inglés), en 2017 unos 3.9 millones de adultos tomaron probióticos en Estados Unidos como suplementos, sin pensar que podrían causar alguna enfermedad, agrega el especialista. Los probióticos incluso se recetan a los pacientes con gases y distensión abdominal.
“Conclusión: si tus pacientes se quejan de gases, hinchazón y neblina mental, pregúntales si están tomando probióticos”, dice Schor. Aclara que, por supuesto, no causan acidosis a todos los que los consumen y tampoco tienen una manera fácil de discriminar cuáles la producen y cuáles no, por lo que simplemente recomienda no suplementar con más probióticos.
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