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En las investigación publicada en la revista Cáncer, los científicos analizaron los riesgos de cáncer asociado con la ingesta de licopeno y otros micronutrientes que tienen propiedades antioxidantes, incluyendo la luteína, vitaminas C y E. Los resultados mostraron que quienes reportaron una mayor ingesta de alimentos con licopeno tenían un riesgo 39% menor.

La conclusión anterior se basa en el análisis de los datos de 96,196 voluntarias que formaron parte de la Iniciativa de Salud de la Mujer, un ensayo controlado aleatorio de prevención primaria entre mujeres posmenopáusicas de 50-79 años que fueron reclutadas en 40 centros clínicos de Estados Unidos entre 1993-1998 y a quienes se les dio seguimiento hasta julio del 2013.

Durante el seguimiento, 240 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de riñón. En comparación con las mujeres que reportaron una menor ingesta de licopeno, las que ingiere más tenían un riesgo 39% menor. Ningún otro micronutriente se asoció significativamente con el mismo riesgo.

"Nos sorprendimos al observar un efecto protector del licopeno, ya que varios estudios anteriores en otras poblaciones no detectaron una relación similar", destacó Cathryn Bock, Ph.D., quien dirigió el trabajo en información difundida por la institución académica,

"El licopeno de los alimentos también se ha asociado con un menor riesgo de cáncer de mama y de próstata, y una dieta rica en verduras y frutas son generalmente bien aceptado para promover la buena salud", indicó. Buenas fuentes de licopeno son los tomates y productos a base de tomate, sandía, pomelo rosa, guayaba y papaya.

Los investigadores ahora se encuentran examinando si existe una relación entre la ingesta de nutrientes antioxidantes y el riesgo de cáncer de riñón en un estudio de casos y controles, financiado por el Instituto Nacional del Cáncer con participantes de la zona metropolitana de Detroit, que incluye tanto a hombres y mujeres.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que el licopeno es la sustancia química responsable del color rojo de las frutas y verduras, y uno de los tantos pigmentos llamados carotenoides. El licopeno se encuentra en cantidades especialmente elevadas en los tomates y los productos de tomates, además de las sandias, los pomelos rosas, los albaricoques (damascos) y las guayabas.

En América del Norte, el 85% del licopeno en la dieta proviene de los productos de tomate tales como el jugo o concentrado de tomate. Una taza (240 ml) de jugo de tomate proporciona alrededor de 23 mg de licopeno. El procesar los tomates crudos usando el calor (en la elaboración de jugo de tomate, concentrado de tomate o ketchup por ejemplo), cambia el licopeno a una forma que es más fácil de usar por el cuerpo. El licopeno en los suplementos es tan fácil de usar por el cuerpo como el licopeno que se encuentra en los alimentos.

La gente toma licopeno para prevenir las enfermedades cardiacas, para el “endurecimiento de las arterias” (arterioesclerosis) y para el cáncer de próstata, de mamas, del pulmón, de la vejiga, de los ovarios, del colon y del páncreas.

Carcinoma de células renales

De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, el carcinoma de células renales, también conocido como cáncer de células renales o adenocarcinoma de células renales, es el tipo más común de cáncer de riñón. Alrededor de 9 de cada 10 casos de cáncer de riñón son carcinomas de células renales.

Aunque el carcinoma de células renales por lo general crece como un solo tumor dentro del riñón, algunas veces se encuentran dos o más tumores en uno o incluso en ambos riñones al mismo tiempo.

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