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La giardiasis es una infección intestinal causada por un parásito (gardia) que se encuentra en todo el mundo, en especial, en las zonas con higiene deficiente y con agua contaminada.

Según la Clínica Mayo, es una de las causas más frecuentes de las enfermedades transmitidas por el agua en Estados Unidos. Los parásitos que provocan la giardiasis se encuentran en lagos y arroyos en las zonas rurales, pero también en suministros de agua municipales, piscinas, jacuzzis y pozos.

Alrededor de 500,000 casos de giardiasis se diagnostican cada año, y las personas suelen contraer la enfermedad bebiendo agua infectada o alimentos contaminados.

Los síntomas incluyen diarrea severa, dolores de estómago, hinchazón, flatulencia y fatiga y pueden durar semanas o meses sin tratamiento.

Es una de las enfermedades gástricas más comunes que afecta a los mochileros y aunque los científicos han sabido de la existencia de la giardia hace más de trescientos de años, hasta ahora no quedaba claro cómo enferma a las personas.

Un equipo de investigadores de la Universidad East Anglia (UEA), Inglaterra, descubrió recientemente que el parásito (gardia) produce dos tipos principales de proteínas que le permiten atravesar capas de moco protector en el intestino, rompiendo los enlaces que unen las células para acceder fácilmente a los nutrientes que contienen.

"Debido a que la giardia ha roto las barreras celulares y ha puesto a disposición todos estos nutrientes, otras bacterias oportunistas pueden aprovechar esto y provocar que la giardiasis sea aún más severa para algunas personas", señaló el doctor Kevin Tyler, de la facultad de medicina de la UEA y uno de los autores del estudio.

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Bacterias malas

Aproximadamente la mitad de las personas que contraen el parásito no experimentan síntomas de la enfermedad. El doctor Tyler dijo que la diferencia en la gravedad de la enfermedad podría explicarse por la proporción de bacterias "buenas" y "malas" en el intestino.

Aquellos que se enferman peor pueden tener una mayor proporción de "bacterias malas" que se alimentan de los nutrientes liberados por el parásito. La giardia hace el daño, permitiendo que los nutrientes fluyan al intestino, y luego, si tienes el tipo de bacteria equivocado, comienza el ciclo de inflamación, explicó Tyler.

Esta es la razón por la cual las bebidas y los suplementos probióticos, que pueblan el intestino con buenas bacterias, son útiles para tratar la giardiasis.

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Síntomas

Algunas personas que padecen infección por giardia nunca tienen signos ni síntomas, aunque efectivamente tienen el parásito y pueden contagiarlo a otras personas a través de las heces. En las personas que contraen la enfermedad, los signos y síntomas suelen aparecen una a tres semanas después de la exposición, y pueden comprender:

• Diarrea líquida y, a veces, con olor desagradable que puede alternar con heces blandas y grasosas

• Fatiga o malestar general

• Calambres abdominales e hinchazón

• Gases o flatulencia

• Náuseas

• Pérdida de peso

Los signos y síntomas de la infección pueden durar entre dos y seis semanas, pero, en algunas personas, están presentes durante más tiempo o pueden volver.

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 Prevención

Ningún medicamento ni vacuna puede prevenir la infección por giardia, pero las siguientes precauciones pueden disminuir las posibilidades de infectarte.

Lávate las manos. Esta es la mejor forma y la manera más simple de prevenir la mayoría de las infecciones. Lávate las manos después de ir al baño o de cambiar los pañales y antes de comer o de preparar la comida. Cuando no se dispone de agua y jabón, los desinfectantes a base de alcohol son una alternativa excelente.

Purifica el agua de las áreas silvestres. Evita tomar agua sin tratar de pozos, lagos, ríos, manantiales, estanques y arroyos poco profundos, a menos que primero la filtres o la hiervas durante 10 minutos a 158 °F (70 °C).

Trata de no tragar agua cuando estés nadando en piscinas, lagos o arroyos.

Consume agua embotellada. Cuando viajes a lugares donde el suministro de agua tal vez no sea seguro, usa agua embotellada que tú mismo hayas abierto para beber y para lavarte los dientes. No consumas hielo, y evita las frutas y los vegetales crudos.