Una empresa especializada en genética alimentaria realizó un análisis de varias marcas de salchichas. Y halló irregularidades como rastros de ADN humano, carne en las vegetarianas y cerdo en lugar de pollo o pavo.
El contenido de las salchichas siempre resultó controvertido, ya que es imposible identificar qué contiene exactamente esa “pasta”. Lo mismo ocurre con los nuggets de pollo, que originaron la feroz embestida del chef inglés Jamie Oliver, contra lo que él llamó la “baba rosa”.
Tal vez por eso, y por la popularidad que tienen los hot dogs entre los estadounidenses, Clear Labs, una empresa especializada en genética decidió analizar qué contienen, desde el punto de vista molecular. Clear Foods, una división de la empresa madre, utilizó tecnología ultra moderna para analizar los alimentos a nivel molecular, ingrediente por ingrediente. La intención fue conocer toda la “historia” que viene detrás de la etiqueta, como si se tratara de una investigación arqueológica.
Cada alimento analizado recibe una puntuación que evalúa lo cerca que está desde el punto de vista molecular, de lo que se enuncia en la etiqueta. Para ello se estudia el ADN del alimento, para ver su contenido nutricional y de carbohidratos, grasa, calorías y proteínas. El ADN (DNA en inglés) o ácido desoxirribonucleico es el material que permite conocer cómo están codificados los genes de los organismos.
El laboratorio analizó 345 hot dogs y 75 salsas que venden en 10 tiendas de alimentos. Clear Food informa que en 2014 los estadounidenses gastaron $2,5 mil millones de dólares en hot dogs, y $ 2,7 mil millones en salsas.
Se encontró que el 14,4% de las muestras analizadas presentaron irregularidades, ya sea por problemas de higiene o por sustitución de ingredientes. En este último caso, significa que se agregan ingredientes no especificados en la etiqueta, como por ejemplo carne en salchichas vegetarianas o cerdo en lugar de pollo o pavo. El envase debe indicar que contiene carne, y de qué tipo, en incluso el porcentaje de proteína que aporta.
La sorpresa desagradable fue que se hallaron restos de ADN humano en el 2% de las muestras con carne, y en dos tercios de las vegetarianas. Toni Fassi, del laboratorio Clear Food, comentó a HolaDoctor que el análisis puede identificar ADN humano pero no de dónde proviene. Y explica que lo más habitual es hallar cabello, saliva o escamas de piel, que se mezclan accidentalmente durante el proceso de fabricación. De todos modos, y aunque pueda dar escalofríos a los consumidores, Fassi indica que es poco probable que estos agregados representen un peligro para la salud. En realidad se los considera una "deficiencia de higiene" que degrada la calidad del producto.
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El 10% de las muestras "vegetarianas" revelaron contener pollo, carne el 4%, pavo el 3% y cordero el 2%. Un 3% de las muestras que declaraba tener pollo o pavo contenía cerdo, algo muy problemático para las personas que no lo consumen por motivos éticos o religiosos. Sin embargo, ninguna de las etiquetadas como “kosher” reveló contener carne de cerdo.
A pesar de los resultados, el laboratorio destacó que hay gran cantidad de fabricantes que ofrecen productos variados y de buena calidad.
Salchichas y salud
La Academia de Nutrición y Dietética de EEUU ofrece algunos consejos para manipular, almacenar y preparar salchichas frescas sin riesgo.
- Revisar en el comercio que su envoltorio esté en buen estado. Elegirlas a último momento para que no pasen mucho tiempo fuera del frío.
- Manipularlas siempre con las manos limpias, y utilizar una tabla de picar para carnes crudas y otra para frutas y vegetales, para evitar la contaminación cruzada.
- Si no se van a congelar, consumirlas dentro de los 2 días de compradas.Para descongelarlas, hacerlo en el refrigerador, en el microondas o en agua fría, nunca dejándolas a temperatura ambiente.
- Se deben cocinar a la temperatura adecuada, alrededor de 160° F (71°C). y una vez cocidas, no deben permanecer sin refrigerar más de dos horas.
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