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Hace tiempo que se viene hablando de la cintura de Thalía, que de tan pequeña no se puede creer. Y van varias veces que circula el mito urbano de que la intérprete de Amor a la mexicana tiene también “amor al bisturí”, ya que se quitó las costillas para quedar con las formas de un reloj de arena.

La cantante está siempre muy pendiente de sus seguidores, y hace un par de días, alguien le preguntó por Twitter si esto era cierto que se había removido las costillas para lograr esa figura. La artista, que tendrá cintura pequeña pero grandes las ideas, no dudó en contestar que se las había quitado todas, y que ahora era un “hybrid”, mezcla de mujer y robot.

Pero la parodia no terminó allí, y quisieron saber cómo había hecho para removérselas y quién se las había quedado. Thalía, haciendo gala de su sentido del humor, declaró que por la tráquea o por el ombligo salen fácilmente. Y que ahora las tiene en su casa, en un frasco con formol. Pero aconseja a quien quiera quedar como ella, que es mejor asistir a un médico certificado…aunque un carnicero también podría hacer un buen trabajo.

Más allá de las bromas, la mexicana tiene un programa nutricional especial de acuerdo a sus condiciones físicas. Su menú es muy completo y no la deja pasar hambre. Un día modelo puede ser con el siguiente:

Al despertar toma un vaso de leche descremada. Su desayuno está compuesto de 3 tortillas de maíz, media taza de frijoles licuados con dos cucharadas de aceite de oliva, 90 gr de pechuga de pollo, dos cucharadas de crema agria y un jugo de frutas.

En la comida come 100 gr. de pechuga de pollo, res o pescado a la plancha, media taza de arroz o pasta hervida, media taza de alubias o garbanzos y un vaso de agua de frutas con azúcar morena. En la noche come dos tercios de taza de avena instantánea con leche descremada y una manzana.

Thalía hizo la dieta macrobiótica para nutrir su organismo en su primer embarazo. En aquél momento, subió 10 kilos y los bajó de inmediato. 

La también actriz practica yoga, hace pesas, alpinismo y esquí, que la mantienen en buena forma. Los fines de semana se da el lujo de comer lo que más le gusta: los chocolates.