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Meryl Streep se siente en la plenitud de su vida y trabaja más que nunca. Con el récord de 17 nominaciones para el Oscar, su interpretación de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher en el filme "La Dama de Hierro" le valió su tercer estatuilla. La actriz es quien ha recibido más Globos de Oro en la historia (8) y año a año sigue cosechando premios.

Además de estatuillas, Meryl también cosecha coles en su remota granja de Connectituc, Estados Unidos, donde vive rodeada de montañas y naturaleza. Es que ella pertenece a la organización mundial "Slow Food", que promueve la agricultura casera sin pesticidas.

“La mortalidad por obesidad ha llegado a ser alarmante”, dice la actriz. Por eso resolvió sumarse a las filas de esta agrupación que lucha contra la comida basura o rápida y por conseguir una alimentación mejor en EEUU.

La nueva “Dama de Hierro” se mantiene delgada gracias al consumo abundante de vegetales y fibras, y tiene la heladera llena de alimentos naturales, dejando de lado productos enlatados, congelados y hamburguesas. 

Alterna su vida entre los cultivos en el campo y su casa del Greenwich de Nueva York. Ella misma hace las compras, plancha y atiende el teléfono, “para estar en contacto con la realidad”, explica. 

Lejos de parecerse a Miranda Priestly, el personaje que interpretó en "El diablo viste a la moda", Meryl Streep es una mujer que adora la vida en familia. Tiene cuatro hijos con Don Gummer, un reconocido escultor.

La camaleónica actriz reconoce que, en su casa, la comida siempre fue un tema mayor. Tanto su madre como su marido son grandes cocineros, de hecho él, para convencerla de que se convirtiera en su esposa, intentó seducirla con una torta de manzanas hecha con sus propias. manos. 

Su preferencia por los alimentos naturales, se refleja también en la postura que tiene con respecto al "paso del tiempo". Según explicó varias veces a la prensa, a la actriz no le gustan las cirugías, aunque respeta a quienes deciden recurrir a ellas. Piensa que depender del bótox permite parecer más joven pero limita la expresividad. Para ella envejecer es parte de la existencia y se siente muy a gusto con su aspecto, y su rostro relajado de piel fina y traslúcida le dan la razón. 

La actriz, que se hizo famosa en 1979 por protagonizar "Kramer versus Kramer" y luego, en 1981, actuar en la “Amante del Teniente Francés” recurre al yoga para combatir el estrés. 

De todos modos, transita serena por la vida sin tomarse en serio su fama. De hecho, reconoce que nunca, nunca, buscó su nombre en Google para ver quién es la famosa Meryl Streep que lleva su nombre.