La primera sospecha surgió en el año 2011, pero la evidencia no fue suficiente. En 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que se trataba de un linfoma que podría estar vinculado con el uso de implantes mamarios, pero aún no había pruebas concretas.
Sin embargo, comenzaron a registrarse casos que evidenciaron otra realidad y esos casos cada vez son más frecuentes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recopiló 414 informes médicos que mostraban la relación entre los implantes y el cáncer.
Además, se demostró que los casos no solo se han registrado en Estados Unidos, sino también en Australia, donde se detectaron 46 casos por implantes mamarios, y entre ellos figuran 3 mujeres que perdieron la vida.
En respuesta a esas evidencias, la FDA emitió una alerta debido a que reveló posibles riesgos sobre la utilización de implantes mamarios que podrían relacionarse a un tipo específico de cáncer de mama.
La FDA es la máxima entidad que se responsabiliza en la regulación de medicamentos del país norteamericano, además también fiscaliza productos biológicos, cosméticos y dispositivos médicos, por ello tienden a realizar alertas cuando existe una evidencia que implique riesgo de daño para las personas.
En efecto, el llamado indica que el uso de los implantes mamarios podría relacionarse con el cáncer conocido como linfoma anaplástico de células grandes, un tipo de linfoma no Hodgkin que no guarda relación con el cáncer de mama.
Esa enfermedad aparece con más frecuencia cuando se trata de implantes mamarios con superficies texturizadas.
De los 414 casos recopilados por la FDA, 272 contenían información sobre el tipo de superficie: 242 indicaban que se trataba de superficies texturizadas y los otros 30 eran lisas.
Además, 234 de los casos eran implantes llenos de gel de silicona y 179 eran con solución salina.
Desde que surgió la primera sospecha en 2011, ha habido una amplia literatura médica que intenta documentar la relación entre los implantes y el cáncer.
Las estimaciones sugieren que ese linfoma se puede desarrollar en una entre 3.817 a 30.000 mujeres con implantes mamarios texturizados.
Suele aparecer a los siete u ocho años después de puestos los implantes y en la mayoría de casos, cuando se detecta temprano, se puede curar con cirugía. Sin embargo, algunas mujeres han necesitado quimioterapia y radiación.
Uno de los principales síntomas que advierten de la aparición del tumor es hinchazón alrededor del implante. Cuando no existan esos indicios, de acuerdo con la FDA, no es necesario retirarlos
Recomendaciones
Si estás considerando la posibilidad de ponerte implantes de seno, éstos son los consejos que da la FDA:
1. Reconoce que los implantes de seno no están hechos para durar toda la vida. Cuanto más tiempo los tenga una persona, mayor es la probabilidad de que presente complicaciones, algunas de las cuales exigirán cirugías adicionales.
La vida útil de los implantes de seno varía según la persona y no se puede predecir.
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Eso significa que toda persona con implantes de seno enfrentará cirugías adicionales, pero nadie puede decirles cuándo. Y si bien, según se informa, unas pocas personas han conservado sus implantes originales por 20 o 30 años, eso no es lo común.
Los pacientes también pueden solicitar cirugías adicionales para modificar el resultado estético, tal como el tamaño o la forma.
2. Lee la etiqueta del producto. La FDA recomienda leer el Resumen de los Datos de Seguridad y Eficacia (SSED por su sigla en inglés) de cada implante para conocer sus características y los rellenos utilizados.
Se han creado SSED para todos los implantes de seno rellenos ya sea con una solución salina o con gel de silicona.
Estos resúmenes proporcionan información sobre las indicaciones de uso, los riesgos, las advertencias, las precauciones y los estudios relacionados con la aprobación del dispositivo por parte de la FDA.
También proporcionan información sobre la frecuencia con la que se presentaron complicaciones graves. Las más graves son las que acarrean cirugías adicionales, tales como las rupturas o las contracturas capsulares.
La FDA recomienda a los prestadores de servicios de salud proporcionar la etiqueta completa del producto (con toda la información del fabricante para el paciente) para los implantes.
Debes solicitar al cirujano la versión más reciente de la etiqueta. Debes contar con por lo menos 1 a 2 semanas para analizar la información antes de tomar una decisión.
3. Habla con el cirujano. Los cirujanos deben evaluar la forma, el tamaño, la textura de la superficie y la ubicación del implante, así como el lugar de la incisión, para cada persona.
Pregunta al cirujano sobre su experiencia con la cirugía de implantes de seno, el procedimiento quirúrgico y las formas en las que el implante podría afectar tu vida.
4. Debes conocer los riesgos a largo plazo. La FDA ha identificado una conexión entre los implantes de seno y el desarrollo del linfoma anaplásico de células grandes (LACG), un tipo de linfoma que no tiene que ver con el de Hodgkin.
Quienes tienen implantes de seno pueden presentar un riesgo mayor de desarrollar LACG en el fluido o el tejido cicatricial alrededor del implante. Recuerda que, al igual que otros tipos de linfoma, el LACG es un cáncer del sistema inmunológico y no del tejido mamario.
Aunque algunas mujeres con implantes pueden haber experimentado problemas de salud, tales como enfermedades del tejido conectivo (como lupus y artritis reumatoide), problemas para amamantar o problemas reproductivos, las pruebas actuales no respaldan que haya una relación entre los implantes de seno y estas afecciones.
5. La supervisión es importante. Si notas algún indicio o síntoma fuera de lo común, informa inmediatamente de estos cambios a tu prestador de servicios de salud (cuando el tiempo lo permita, también considera la posibilidad de denunciar cualquier efecto secundario grave.
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