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Deseo sexual inhibido

Por A.D.A.M.
Publicado:

Definición

El deseo sexual inhibido se refiere al bajo nivel de interés sexual, en el cual una persona no comenzará ni responderá al deseo de actividad sexual en la pareja.

Dicha afección puede ser primaria (en la cual la persona nunca ha sentido mucho interés o deseo sexual) o secundaria (en la cual la persona solía sentir deseo sexual, pero ya no lo tiene).

El deseo sexual inhibido puede estar relacionado con la pareja (la persona que lo padece está interesada en otras personas, pero no en su pareja) o puede ser general (la persona afectada no está interesada sexualmente en nadie). En la forma extrema de aversión sexual, la persona no sólo carece de deseo sexual, sino que también puede encontrar el sexo repugnante.

Algunas veces, el deseo sexual no está inhibido, sino que ambos compañeros tienen niveles de interés sexual diferente, aunque sus niveles de interés están dentro del rango normal.

Alguien puede afirmar que su pareja presenta deseo sexual inhibido cuando, en realidad, esa persona tiene un deseo sexual hiperactivo y es muy exigente sexualmente.

Nombres alternativos

Deseo sexual hipoactivo; Apatía sexual; Aversión al sexo

Causas, incidencia y factores de riesgo

El deseo sexual inhibido es un trastorno sexual muy común y, con frecuencia, ocurre cuando uno de los miembros de la pareja no se siente íntimo o cercano al otro.

Entre los factores comunes se encuentran: problemas de comunicación, falta de afecto, pugnas y conflictos de poder y la falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas. Por otra parte, el deseo sexual inhibido también puede ocurrir en personas que han tenido una educación sexual muy estricta durante la crianza, actitudes negativas hacia el sexo o experiencias sexuales traumáticas (como violación, incesto o abuso sexual).

Las enfermedades y algunos medicamentos también pueden contribuir a que se presente esta disfunción, en particular cuando producen fatiga, dolor o sensación general de malestar. La falta de ciertas hormonas a veces puede estar implicada. Las afecciones psicológicas, como la depresión y el estrés excesivo, pueden disminuir el interés sexual. Los cambios hormonales también pueden afectar la libido.

Los factores que comúnmente se pasan por alto son, entre otros: insomnio o falta de sueño que pueden ocasionar fatiga. Este trastorno también puede estar asociado con otros problemas sexuales y, algunas veces, puede ser causado por éstos. Por ejemplo, la mujer que no es capaz de tener un orgasmo o que presenta dolor en las relaciones sexuales, o el hombre que tiene problemas de erección (impotencia) o eyaculación retrasada, puede perder interés en el sexo porque lo asocian con fracaso o no lo sienten bien.

Se encuentran en particular riesgo de deseo sexual inhibido las personas que fueron víctimas de abuso sexual o violación en la infancia y las personas cuyos matrimonios carecen de intimidad emocional.

Síntomas

El síntoma principal es la falta de interés sexual.

Signos y exámenes

La mayor parte del tiempo, una evaluación médica y los exámenes de laboratorio no revelarán una causa física.

Sin embargo, la testosterona es la hormona que origina el deseo sexual tanto en los hombres como en las mujeres. Los niveles de testosterona se pueden verificar, especialmente en aquellos hombres que presentan deseo sexual inhibido. La sangre para estos exámenes debe obtenerse antes de las 10:00 a.m., cuando los niveles de hormonas masculinas se encuentran en su punto más alto.

Una vez que se hayan descartado causas físicas, las entrevistas con un especialista en terapia sexual pueden servir para revelar las posibles causas.

Tratamiento

El tratamiento se debe dirigir hacia los factores que pueden estar reduciendo el interés sexual y con frecuencia pueden existir algunos de tales factores.

Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia de pareja antes de centrarse en el incremento de la actividad sexual. Asimismo, algunas parejas necesitarán que se les enseñe a resolver conflictos y diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.


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El entrenamiento en la comunicación ayuda a las parejas a aprender cómo hablar entre sí, mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad y respeto por los sentimientos de cada uno, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades juntos, al igual que mostrar afecto con el fin de estimular el deseo sexual.

Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual. A través de la educación y las tareas de pareja aprenden a aumentar el tiempo que le dedican a la actividad sexual. Algunas parejas también necesitan concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y deseable y en cómo rehusar una invitación sexual de una forma más gentil y discreta.

Es necesario abordar directamente los problemas en la excitación sexual o en el desempeño que afectan el impulso sexual. Algunos médicos recomiendan tratar a las mujeres ya sea con cremas o testosterona oral, a menudo combinada con estrógenos, pero aún no existe evidencia concluyente al respecto. Hay estudios en curso examinando el posible beneficio de los suplementos de testosterona para las mujeres con disminución de la libido.

Expectativas (pronóstico)

Los trastornos de deseo sexual con frecuencia son difíciles de tratar y parecen ser incluso un desafío mayor de tratar en los hombres. Para obtener ayuda, consiga una remisión a un especialista en terapia sexual y de pareja.

Complicaciones

Cuando ambas personas presentan un bajo deseo sexual, el nivel de interés sexual no será problemático en la relación; sin embargo, el bajo deseo sexual puede ser un signo de la salud de la relación.

En otros casos en los que existe una relación excelente y amorosa, el bajo deseo sexual puede hacer que uno de los miembros de la pareja se sienta herido y rechazado de manera repetitiva, lo cual puede llevar a sentimientos de resentimiento y a hacer que la pareja se sienta emocionalmente distante.

El sexo es algo que puede ya sea estrechar los lazos de la relación o lentamente separar la pareja. Cuando uno de los miembros de la pareja está menos interesado en el sexo que el otro y esto se ha convertido en una fuente de conflicto, se recomienda buscar ayuda profesional antes de que la relación se torne más tirante.

Prevención

Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para la intimidad no sexual. Las parejas que semanalmente reservan tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos, mantendrán una relación más estrecha y es más probable que sientan interés sexual.

Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que no sientan temor de que el afecto vaya a ser siempre visto como una invitación a tener un contacto sexual.

El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de acercamiento. Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo sexual.

El hecho de reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, mejorará la cercanía y el deseo sexual.

Referencias

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