No se salvó

Luego del ataque terrorista en el maratón de Boston de 2013, que dejó 3 muertos y 264 heridos, todas las miradas del mundo se centraron en el responsable del siniestro, Dzhokhar Tsarnaev un joven checheno de 21 años. El otro autor, su hermano Tamerlan, murió en la persecución policial.

Ojo por ojo, vida por vida

Luego de varios meses de procesos legales, un jurado federal estadounidense determinó condenarlo a muerte tras encontrarlo culpable de seis de los 17 cargos posibles para la pena capital. Ahora Tsarnaev deberá esperar la fecha para su ejecución, la cual será por inyección letal.

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¿En qué consiste?

La inyección letal, es un proceso de ejecución que se aplica en 34 estados del país, según deathpenaltyinfo.org. Radica en la aplicación de una serie de inyecciones, las cuales terminan con los signos vitales y vida de una persona.

Paso a paso

Generalmente, al ejecutado se le sujeta a una camilla y después, en cada uno de los brazos se le inserta un catéter por vía intravenosa. Posteriormente se aplican tres sustancias diferentes: tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.

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Primer inyección

El primer “piquete” tiene la intención de dejar inconsciente a la persona para que no experimente dolor alguno. De hecho, el tiopentato de sodio es conocido por ser un poderoso anestésico de acción rápida cuyo efecto se nota en los primeros 30 segundos.

Segunda inyección

Posteriormente, se suministra una dosis de 40 a 100 miligramos bromuro de pancuronio, el cual es un relajante muscular que paralizará los movimientos respiratorios. Con información de deathpenaltyinfo.org.

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Tercera

Por último, en la tercera inyección, se recibe una dosis de cloruro de potasio que provocará una parálisis en el corazón y terminará con la vida de la persona. Aunque el bromuro de pancuronio y el cloruro de potasio suelen ser letales por sí solos, se combinan para acelerar el deceso.

¿Cómo saber si vive o no?

Para esto, en todo momento el prisionero se encuentra conectado a un monitor cardiaco, el cual indicará cuando éste haya fallecido. Posteriormente, se revisan otros signos vitales como la respiración, y si no existen, un oficial elaborará el certificado de defunción.

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Centro de debate

Aunque esta práctica se realiza desde 1977 en el país, la polémica en torno a si es una conducta ética o si el preso recibe una muerte digna e indolorosa siempre ha generado una infinidad de debates.

¿Doloroso o no?

Acerca de si existe una muerte indolorosa para el paciente, el caso de Romell Broom vino a revolucionar los paradigmas, luego que en septiembre de 2009 sobrevivió a su ejecución por inyección letal, donde tuvieron que aplicarle hasta 18 pinchazos.

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Sí duele

En tanto, una investigación por parte de la Universidad de Miami reveló que a pesar de lo que se piensa, este proceso, al provocar la muerte por asfixia, hace que el ejecutado sienta dolor, mientras es consciente de su fallecimiento.

Siempre será una polémica

Para evitar que se repitieran casos como el de Broom, en la actualidad se aplican en la mayoría de los estados del país tres dosis letales. Cabe mencionar, que por considerarse no ético en el juramento hipocrático, ningún médico participa directamente en la ejecución.

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