La papa (Solanum tuberosum) es un tubérculo nativo de América del Sur (todo apunta a que se originó en los Andes de Bolivia y Perú). Se cree que los primeros en cultivarla fueron los Incas, alrededor del 8.00 a. C.

Tanto la papa como su jugo se caracterizan por ser ricos en vitamina, especialmente A, B y C, minerales, como calcio, cobre, fósforo, hierro, y potasio, así como otros fitonutrientes y compuestos orgánicos que se caracterizan por poseer propiedades antioxidantes. La mayoría de estos nutrientes se concentran en la piel de la papa, por lo que es importante no pelarlas al momento de comerlas o beberlas. Su consumo regular se asocia a diferentes beneficios:

Mejora el proceso digestivo

El consumo regular de jugo de papa se ha vinculado a la reducción de la inflamación intestinal, y de los síntomas de afecciones gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón, calambres e indigestión. También puede ayudar a equilibrar la acidez en el intestino y prevenir o aliviar las úlceras gástricas, a partir de formar una capa protectora en el revestimiento de la mucosa estomacal.

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Protege la salud cardiovascular

En el jugo de papa podemos encontrar una importante cantidad de potasio (un vaso contiene hasta 50% de la dosis diaria recomendada). Esto es una buena noticia para la salud cardiovascular, dado que este mineral posee propiedades vasodilatadoras, es decir, ayuda a aliviar la tensión de los vasos sanguíneos y arterias, reduciendo la presión arterial, previniendo la hipertensión y evitando otros problemas cardíacos, como arterioesclerosis y accidente cerebrovascular.

Fortalece las defensas

El jugo de papa es rico en compuestos asociados a mejores defensas, debido a que estimulan la producción de glóbulos blancos. También posee nutrientes con propiedades antioxidantes, que son ideales para combatir a los radicales libres, moléculas inestables que afectan a las estructuras celulares sanas, aumentando el riesgo de diferentes enfermedades, incluido el cáncer.

Cuida la piel y el cabello

Desde la medicina tradicional se destaca que el jugo de papa puede ayudar a retener la humedad cutánea, aliviar la piel seca, prevenir la aparición de arrugas y manchas, y reducir la inflamación. Por este motivo, es común que se lo utilice tópicamente contra distintas afecciones como psoriasis, eccema, rosácea, o acné.

También se lo usa para mejorar el brillo y la fortaleza del cabello, y prevenir la caspa, inflamación y sequedad en el cuero cabelludo. Para ello, solo debes aplicarlo masajeando suavemente desde la raíz hasta las puntas, dejar reposar durante unos minutos, y enjugar y limpiar con normalidad.

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Mayores niveles de energía

El jugo de patata es un excelente opción para realizar actividad física, ya que los azúcares naturales que aporta son importantes refuerzos de energía. También es rico en tiamina (vitamina B1), que mejora la capacidad del cuerpo para descomponer los carbohidratos en energía utilizable.

Cómo preparar jugo de papa

Preparar jugo de papa puede parecer difícil, pero es más sencillo de lo que crees. Primero, selecciona la cantidad que deseas hacer (se calcula una papa grande por cada taza de agua). Lava muy bien las papas para quitar cualquier suciedad o muesca. Es importante que no les quites la piel, ya que al pelarlas se pierden muchos nutrientes.

Corta las papas en trozos pequeños, agrega agua y procesa durante un par de minutos. Cuela el resultado de la preparación para separar la pulpa y resérvalo en la nevera durante un par de horas para poder servirlo frío. Es común que, durante el procesamiento, se agreguen otros vegetales o especias en pequeñas cantidades, como cúrcuma, jengibre, apio o zanahoria. Esto se debe a que, por sí solo, el jugo de papa no tiene un sabor agradable.

Precauciones

A pesar de todos sus beneficios, el jugo de papa puede tener algunos efectos negativos, como malestar estomacal, diarrea, náuseas, o alteraciones en los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, esto suele deberse a un consumo excesivo o una preparación incorrecta, por ejemplo, por no usar papas frescas o limpias.

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.