Ver para creer

Leah Dearing, una joven de 20 años originaria de Kent, Gran Bretaña, vivió una pesadilla poco tiempo después de convertirse en mamá. Y es que desarrolló una fobia que la impedía visitar espacios públicos, lo que la llevó a pasar por fuertes estados emocionales.

Ni un paso afuera

Empezaba a sentirme muy ansiosa. Sentía que no podía respirar de solo pensar que estaba en la calle. Ni siquiera podía cruzar la calle. Los médicos me dijeron que podría tener depresión posparto, pero más tarde me diagnosticaron agorafobia, comentó Dearing, quien encontró un refugio para esta crisis en su casa.

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¿En qué consiste este problema?

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, la agorafobia es un trastorno que consiste en presentar miedo y ansiedad intensos ante el hecho de estar entre multitudes, en espacios exteriores, lugares donde es difícil escapar o no se podría disponer de ayuda.

Su caso al extremo

El miedo de Dearing por salir a la calle llegó a tal grado que, a pesar de tener un supermercado en frente de su casa, comenzó a hacer todas las compras en línea. Aunque se desconoce la causa exacta de este trastorno, se cree que puede ocurrir ante una fuerte crisis de angustia, lo que llevaría a tener otras crisis.

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Cuando la mente traiciona

Los signos más comunes de la agorafobia incluyen sentir temor de quedarse solo, de perder el control en un espacio público, sentimientos de desesperanza, sensaciones de que el cuerpo o el ambiente son irreales y dependencia hacia otras personas. Informó la Biblioteca Nacional de Medicina.

Síntomas físicos

Los signos físicos pueden abarcar molestia o dolor torácico, asfixia, mareo o desmayo, náuseas u otro malestar estomacal, corazón acelerado, problemas para respirar, sudoración y temblores. Ante esto el médico evaluará si hay antecedentes de fobias con el fin de obtener un mejor diagnóstico.

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Sucedió el "milagro"

Luego de permanecer en un estado de aislamiento por 6 meses, Dearing contactó a un terapeuta y en una hora de sesión pudo comprender su miedo y afrontarlo. Nunca imaginé que estaría caminando nuevamente por la calle. No sé cómo funcionó la terapia pero estoy muy feliz, comentó la británica.

¿Qué fue lo que pasó?

Según el profesor y psicólogo de la Universidad de Birmingham, Craig Johnson, las fobias son un comportamiento aprendido, por lo que existen terapias que se enfocan en lograr un estado profundo de relajación en el paciente para acceder al subconsciente y descubrir el causante del problema.

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Tratamientos para las fobias

La terapia conductual también suele emplearse para tratar las fobias de los pacientes. Esto implica comprensión de sentimientos, técnicas de manejo de estrés y relajación. En algunos casos puede ir de la mano de medicamentos antidepresivos. El pronóstico es favorable si existe ayuda oportuna.

Proceso gradual

Luego de recibir la terapia, la joven británica fue expuesta a pequeños espacios públicos. Primero en la calle, luego en un centro comercial. Un par de meses le bastaron a Dearing para volver a ser la misma de antes.

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