El inicio de la adicción

Todo comenzó cuando un amigo de Dinis le recomendó el Melanotan, un fármaco que se vende clandestinamente y que estimula la producción de melanina (pigmento que favorece la coloración de la piel). A partir de entonces no hay día en el que Dinis no se inyecte el medicamento.

Autobronceadores y la exposición solar

Medicamento no aprobado

El problema radica en que el medicamento sintético que se aplica no está aprobado por la Agencia de Regulación del Reino Unido, ni mucho menos por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), lo que puede representar un alto riesgo para la salud.

Sin preocupaciones

Sin embargo, a Dinis esto no le quita el sueño. No estoy preocupado por las advertencias sanitarias, pues he usado el medicamento el tiempo suficiente como para que se hubieran presentado los efectos a largo plazo, comentó.

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El precio del bronceado

De igual forma, el precio del tratamiento tampoco es una molestia. Un bote de Melotan con 10 inyecciones (para usarse en un mes) cuesta en promedio 35 dólares. No obstante, Karl consume 3 paquetes en ese lapso. De hecho, en el último año gastó casi 4 mil dólares.

Por qué recurrir a esto

Para Javier Ruiz Ávila, miembro de la Academia y Fundación para la Dermatología en México, la gente que se broncea con frecuencia deja ver un alto estatus, un estereotipo de belleza y glamour. Este modelo, puede ser observado en algunos famosos, y por consiguiente es replicado por sus seguidores.

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No hay aceptación

En tanto, las personas tanoréxicas sufren un trastorno dismórfico corporal, como suele ocurrir con la anorexia y la bulimia. Es decir, no están a gusto con su imagen y se ven en el espejo pálidas, comentó Ferrán Martínez, coordinador del Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) de España.

Otros hallazgos

La adicción a los rayos UV por las camas de bronceado y exposición al sol también muestran signos de dependencia fisiológica como psicológica. La Asociación Británica Médica de Investigación de Cáncer en Reino Unido indica que la tanorexia es más frecuente en mujeres de 25 a 35 años aunque también hay casos en hombres, como el de Dinis.

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Consecuencias negativas

Las personas que recurren con frecuencia a tratamientos que cambian la pigmentación de la piel pueden esperar consecuencias poco favorables, pues hay más riesgo de cáncer y envejecimiento prematuro de la piel, advierte el Dr. Robin L. Hornung de la Universidad de Washington.

Nada cambiará

Pese a las advertencias médicas y los riesgos que podrían presentarse, al final Dinis no piensa renunciar a su adicción. Me encantan demasiado los resultados como para dejar de usar el medicamento; lo dejaré hasta que esté pobre o muerto, finalizó.

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