Diabetes
Tus pies: un espejo de tu salud
El cuidado de los pies es fundamental en la vida de un diabético
Por Pan-American Life
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En un diabético, los problemas más ordinarios, pueden empeorar y llevar a complicaciones graves, hasta daño neurológico, que puede resultar en pérdida de sensibilidad, explica un informe de la Asociación Americana de Diabetes (ADA). Aquí tienes una guía de cómo cuidarte y "pisar fuerte" en la vida.
Una verdadera epidemia
La falta de actividad física, una dieta pobre y la genética son todas importantes causas de la diabetes, una enfermedad que mata a más gente cada año que el cáncer de mama y el SIDA y afecta a 26 millones de estadounidenses, según datos oficiales. Cada uno de estos factores de riesgo es especialmente alto entre la población hispana, el grupo minoritario de más rápido crecimiento de los Estados Unidos, que ha originado una eclosión de diagnósticos de diabetes.
El ABC de la diabetes
Falta de sensibilidad
Si sientes que se adormece tu pie o pierdes sensibilidad, debes saber que una lesión neurológica también puede afectar la habilidad de sentir dolor, calor o frío, explica la ADA. La pérdida de sensibilidad puede llevar a la persona diabética a no sentir la crudeza de un dolor y lastimarse aún más o incluso infectarse.Más información
Problemas circulatorios
Con la diabetes, pueden aparecer dificultades en la circulación de la sangre en los pies, debido al estrechamiento y endurecimiento de algunos vasos sanguíneos que llegan al pie. Esto, informa la ADA, puede hacer a tus miembros inferiores más propensos a contraer infecciones y a tener más dificultades en la cicatrización de las heridas.
Pies fríos
Una de las razones por las que puede ser que tengas los pies siempre fríos es debido a temas circulatorios vinculados con la diabetes, pero también al tabaquismo, alta presión sanguínea o enfermedad cardiaca. Otra causa posible de tener los pies fríos es anemia y problemas de tiroides. Los expertos recomiendan chequeos frecuentes de la presión sanguínea y el colesterol en sangre.Más información
Dolores: Los zapatos no tienen la culpa de todo
Si bien el zapato inadecuado puede traer importantes dolores, no le puedes echar toda la culpa. Los dolores que no provengan de tus tacos altos pueden deberse a pequeñas fracturas en los huesos de los pies debido a ejercicios muy intensos o al debilitamiento de los huesos provocados por la osteoporosis. Esto puede terminar también en una deformación del pie.
Cambios en la piel de tus pies
Si sufres de diabetes, la piel de tus pies puede secarse y deshidratarse más de lo habitual, e incluso puede lastimarse y resquebrajarse. Según explica la ADA, el problema se debe a que el nervio que controla la humectación y los aceites de los pies podría verse dañado.
Cómo prevenir el resecamiento
Si este es tu caso, los expertos recomiendan que después del baño, masajees tus pies con vaselina en crema (petroleum jelly) o una buena crema humectante y nutritiva sin esencias ni perfumes. No coloques la crema entre los dedos del pie, ya que puede provocar una infección.
Talones agrietados
En pacientes diabéticos, los talones suelen verse con grietas o fisuras cuando no están suficientemente humectados. La piel se pone gruesa, reseca, dura al tacto y con aspecto antiestético pero en general no suele ser más que una molestia que se soluciona fácilmente con cremas y algunos cuidados caseros. Las personas con insuficiencia vascular pueden llegar a tener complicaciones como una infección o ulceración severa.
Fasciitis plantar o dolor subcalcáreo del talón
Si bien a los pacientes diabéticos se les recomienda el ejercicio físico, porque entre otras cosas activa la circulación sanguínea, cuidado con los exceso. Puede pasar cuando correr o saltar en forma intensa que se inflame el tejido que conecta el hueso del talón con la base de los dedos. Este dolor se localiza en el talón y se corrige con ejercicios específicos, medicación, aplicación de hielo y protectores acolchados.
Callos y durezas
Los callos y callosidades son engrosamientos que produce la piel a modo de protección. Si bien se da comúnmente en deportistas y artesanos, las personas con diabetes tienden a tener más callosidades debido a que tienen áreas de alta presión debajo de sus pies, según el informe de la ADA.
El peligro de los callos
Los callos si no son removidos o tratados, pueden engrosarse mucho y hasta quebrarse e incluso llegar a convertirse en úlceras. Nunca intentes cortarte o sacarte un callo por ti mismo, dicen los expertos de ADA, ni siquiera con agentes químicos que pueden quemar la piel. Para prevenir puedes utilizar diariamente y con la piel mojada una piedra pómez.
Ulceras en los pies
Las úlceras en los pies diabéticos suelen verse en general en la base del dedo gordo o en los laterales del pie, las cuales se relacionan con el daño ocasionado por los zapatos. Algunas úlceras no son dolorosas, pero todas deben ser chequeadas con un especialista, ya que pueden provocar una infección, advierten los expertos.
Qué hacer si hay una úlcera
Lo primero es tomarse una placa de rayos X del pie para asegurarse que el hueso no está infectado o afectado. El médico limpiará y retirará del área cualquier tejido infectado y en algunos casos, recomendará la ingestión de un antibiótico por vía oral. La glucosa alta, hace más difícil al organismo el pelear una infección, dice la ADA.
Una campaña al servicio de tus pies
La Asociación Médica Estadounidense de Podología alienta a los hispanos a tomar conciencia sobre su salud con la campaña para el cuidado de los pies, que promueve hacerse examinar los pies regularmente por un podólogo, a fin de terminar con las complicaciones ocasionadas por la diabetes, para contrarrestar este ataque contra la salud hispana y para ayudarte a salvar tus extremidades y tu vida.
La prevención evita amputaciones
Según un informe de la APMA, una simple acción puede evitar una de las complicaciones más severas de la diabetes: hacerse examinar los pies una vez al año por un podólogo, ya que esto puede reducir las tasas de amputación entre un 45 y un 85 por ciento, de acuerdo con datos del Centro de Control y Enfermedades (CDC).
