11 cosas que debes saber sobre las infecciones por hongos
Suelen confundirse con otras enfermedades
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¿Has pensado en que la picazón que tienes en el brazo o esa extraña tos que no se cura pueden ser síntomas de una infección por hongos? Ahora tal vez te estés preguntando qué debes hacer para cuidarte o cómo reconocer si te has enfermado por culpa de un hongo. Aquí te ayudaremos a dar con esas respuestas y más.
Gran variedad
Existen millones de tipos de hongos, organismos primitivos que viven en el aire, suelo, plantas y agua a lo largo del planeta. También pueden vivir en el cuerpo humano. Suelen reproducirse mediante pequeñas esporas, que pueden ser inhaladas o caer sobre las personas, por lo que las infecciones suelen comenzar en los pulmones o en la piel.Les encanta tu piel
Los hongos pueden causar una serie de infecciones en tu piel llamadas tiña. Se caracterizan por generar un sarpullido circular, rojo y con comezón, con la piel más clara en el centro. Suelen ser muy molestas y se pueden tratar con antimicóticos de venta libre. Recuerda: los hongos pueden vivir en tu cabello, uñas y piel.Más información
Cuidado con la humedad
El hongo suele acumularse en superficies húmedas como el piso de la ducha o las albercas. Al entrar en contacto con ellos, puedes desarrollar el conocido pie de atleta, que es una forma de tiña en los pies.El sudor los beneficia
Cuando el sudor se acumula en los pliegues de la piel, se forma el ambiente ideal para la candidiasis cutánea, es decir, la piel se infecta con hongos cándida. Los especialistas señalan que esto suele ocurrir en zonas cálidas, como las axilas, ingle o en las partes que cubre el pañal de los bebés.Pueden vivir en tus órganos
Las infecciones en los órganos son más graves que las de la piel y se parecen a otras enfermedades. Por ejemplo, la aspergilosis (hongos en los pulmones) tiene síntomas similares a la tuberculosis, mientras que la meningitis micótica (en la médula espinal) comienza con fiebre y dolor de cabeza. Esto puede retrasar su diagnóstico y tratamiento.Pueden ingresar por tu nariz
¿Te gusta cavar, cultivar un huerto o visitar cuevas? Entonces tu riesgo de contraer una infección es mayor. Los hongos nocivos están en el aire, polvo y suelo, especialmente, si hay excrementos de aves o murciélagos. Al estar en esos ambientes, puedes respirarlos, por lo que se recomienda tomar precauciones especiales al momento de realizar esas actividades.Cuidado con los antibióticos
Tomar antibióticos aumenta la probabilidad de que las mujeres contraigan candidiasis vulvovaginal y los hombres, candidiasis genital, así como otras infecciones fúngicas. Esto se debe a que, cuando el fármaco mata a las bacterias, facilita que los hongos crezcan. Recuerda: antes de consumir o abandonar cualquier fármaco de este tipo, consúltalo con un profesional.Pruebas de detección
¿Tienes síntomas de neumonía a pesar de tomar los antibióticos? Es posible que sea una infección micótica, y, a diferencia de las bacterianas, estos fármacos no podrán curarla. Para despejar toda duda y obtener un diagnóstico certero, los expertos recomiendan realizar una prueba de detección de hongos. De esta forma se conocerá el panorama y podrán determinar el mejor tratamiento para ti.Defensas bajas
Los medicamentos que se usan para tratar enfermedades como la artritis reumatoide o el lupus pueden debilitar el sistema inmunitario. En consecuencia, aumentan las posibilidades de contraer una infección micótica.
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Viven en hospitales
A pesar de las condiciones sanitarias, una de las infecciones más comunes por hongos en el torrente sanguíneo ocurre en pacientes hospitalizados. El origen es la cándida, un hongo que suele vivir en el tracto gastrointestinal y en la piel sin causar problemas, aunque cuando llega a la sangre produce infecciones.Nadie es inmune
Si bien es cierto que las personas con VIH, trasplantadas o que reciben quimioterapia y radioterapia tienen una mayor probabilidad de desarrollar una infección por hongos, porque su sistema inmunitario está debilitado, es importante recordar que cualquiera puede contraerla. Para evitar infecciones puedes incorporar medidas de cuidado sencillas, como cambiar siempre tus calcetines, no estar descalzo en espacios húmedos o no usar ropa ajustada.