¿Existe el mal de ojo?
Hay fórmulas para sacarlo y prevenirlo, según la creencia popular
Por Pan-American Life
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En la medicina tradicional latinoamericana, el mal de ojo es quizá, la enfermedad ante la cual la población desarrolla el mayor número de medidas preventivas. ¿Quién lo provoca, cómo se cura en los distintos países y cómo evitarlo? Conoce datos, origen y curiosidades sobre esta creencia popular muy arraigada en América y extendida en todo el mundo.
¿En qué consiste?
Es una creencia supersticiosa que atribuye a la mirada de algunas personas y a determinados actos o sentimientos negativos como la envidia, la capacidad de causar daño a otros. Es conocida desde la antigüedad, se halla extendida en casi todos los países del mundo, y es común a diferentes religiones y culturas. En el antiguo Egipto, lo llamaban “fascinación”.Secretos milenarios de los totocanos
¿Quién puede producirlo?
Al mal de ojo (también llamado ojeo u ojeadura) lo pueden ocasionar personas del entorno del afectado, en algunos casos de una manera involuntaria, con la mirada o algún sentimiento de admiración o envidia. Se cree que la mirada "fuerte" o "cargada" de algunas personas, puede dañar a otros. En algunas culturas, se teme más a la mirada de los extraños.Más información
Afecta a los más débiles
El aojamiento afecta principalmente a los más débiles y vulnerables de la sociedad, por este orden: lactantes, niños y niñas de corta edad, muchachas jóvenes, mujeres ancianas, aunque también el resto de la población, hombres de todas las edades y mujeres adultas, pueden sufrir los embates del ‘mal’ según Anton Erkoreka, de la Universidad del País Vasco.Nadie se salva
La creencia marca que cualquiera puede padecer el mal de ojo, ya que todos son objeto de envidia: los animales de la casa, vegetales e incluso los negocios, tierras de cultivo, embarcaciones y cualquier objeto inanimado en los que se puede manifiestar el daño. Si hay enfermedades, muertes repentinas, malas rachas o catástrofes, pueden ser atribuidas a este mal.Más información
Clases de "mal"
Existen 3 clases diferentes: el "ojo bobo", porque quien lo padece entra en una especie de “limbo”. Luego está el "ojo secador", donde la víctima adelgaza sin control y el más peligroso: no tiene un nombre especial, pero se dice que al niño se le ha reventado la "hiel" y vomita una sustancia verde; si no recibe una cura rápida y adecuada, puede morir en menos de 24 horas, según la creencia popular.Síntomas típicos
Provoca un mal estado general, con pérdida de la vitalidad, falta de apetito y de de fuerza, tristeza, llanto sin causa aparente. La persona se siente cansada, desanimada, amodorrada, se va debilitando con el paso de los días, adelgaza, palidece y presenta trastornos del sueño. Pero es allí cuando una madre, tía o abuela perciben el mal de ojo.Remedios para curarlo
Generalmente se apela a la experiencia de curanderos/as, que realizan diferentes rituales. Por ejemplo, se vierte aceite sobre un mechón de pelo de la víctima, que se sujeta sobre un vaso de agua: si la persona tiene "ojeo", el aceite se mezcla con el agua. Para curarla, se debe repetir la acción a la vez que se pronuncia una oración secreta hasta que "se corta" el mal.Foto: Universidad de Nuevo México
Cura en otros países
En Centroamérica, existen varias formas de curar el mal de ojo. En muchos lugares se tapa al niño con alguna ropa usada y sudada del padre. O se frota el cuerpo con una piedra llamada ixahi, que absorbe el "mal" y luego se tira. En México y Perú se frota un huevo o cuy sobre una persona para curarla.Foto: Universidad de Nuevo México