Es posible que no contengan lo que indican y probablemente, tampoco funcionen.
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Los millones de estadounidenses que regularmente toman suplementos de hierbas como la equinacea, el ajo, ginkgo biloba y la palma enana americana (saw palmetto), probablemente se sorprendieron a principios de esta semana por las noticias de que varios productos populares que se venden en las principales tiendas minoristas como GNC, Target, Walmart y Walgreens podrían no contener lo que indican.
La industria de suplementos respondió, como era de esperarse, criticando las pruebas y varios expertos independientes también han expresado sus inquietudes acerca de la metodología utilizada por los reguladores del estado de New York.
Pero la discusión sobre si las pruebas fueron exactas enturbia y hace más complicado una cuestión básica con la mayoría de los suplementos dietéticos: para empezar, hay muy poca evidencia de que realmente funcionen.
“La idea de que los suplementos dietéticos curan el resfriado común, restauran la salud de la próstata, agilizan tu mente o tienen cualquier otro beneficio para la salud es dudosa en el mejor de los casos”, dice Marvin M. Lipman, M.D., asesor médico en jefe para Consumer Reports.
Y eso puede ser especialmente verdadero en los productos de hierbas altamente procesados que los estadounidenses compran directamente de los estantes en las tiendas de medicamentos y productos naturistas, dice Pieter Cohen, M.D., profesor asistente de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard y una autoridad en suplementos dietéticos.
"Es posible que exista evidencia de que algunos productos botánicos hechos a base de plantas en su estado puro tengan efectos medicinales", dice Cohen. “Pero los consumidores deben saber que lo que están comprando en una botella es completamente diferente a lo que un herbalista de la antigüedad hubiera utilizado, lo que hace extremadamente poco probable que estos productos altamente procesados proporcionen cualquiera de los beneficios teóricos para la salud, incluso si están hechos de las plantas de las que dicen que están hechos”.
De hecho, la naturaleza altamente procesada de esos remedios de hierbas está en el centro de la controversia sobre los métodos utilizados en los análisis recientes. Las pruebas buscaban evidencia de DNA de que los productos en realidad contenían la hierba que se indica en la etiqueta. Pero, Cohen dice que los métodos utilizados para convertir las hierbas en pastillas, tabletas y cápsulas son tan agresivos que dejan muy poco DNA intacto. Esto hace que no sea claro si el producto resultante nunca incluyó nada del supuesto ingrediente activo o si simplemente está tan procesado que hasta su DNA es irreconocible.
Por supuesto, mucha de la controversia se habría podido evitar si la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) sometiera los suplementos dietéticos, a algo cercano siquiera, a lo que requiere para los medicamento de venta con receta o de venta libre. Pero no lo hace así. La falta de supervisión no solo significa que es casi imposible saber con precisión si algunos productos funcionan o contienen lo que declaran contener, sino también si estos han sido adulterados por fabricantes inescrupulosos con ingredientes peligrosos, incluyendo medicamentos de venta con receta.
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Y eso sucede con demasiada frecuencia. Un estudio reciente, financiado en parte por un grant de Consumers Union, la división de políticas y defensoría de Consumer Reports, descubrió que dos tercios de los suplementos que la FDA ha retirado por contener medicamentos prohibidos siguen estando disponibles fácilmente y todavía contienen el mismo químico que la FDA detectó con anterioridad, u otra sustancia prohibida con un efecto similar.
Otro estudio de 150 suplementos para mejorar el desempeño sexual, fáciles de adquirir, descubrió que 61% resultaron contener medicamentos de venta con receta, medicamentos experimentales e incluso drogas de “diseñador” que no se han probado clínicamente.
Combinar suplementos supuestamente “naturales” con medicamentos de venta con receta no solo es engañoso, sino que es peligroso.
Los medicamentos pueden causar efectos secundarios y podrían interactuar de forma peligrosa con otros medicamentos que tomes. Piensa en un hombre que toma medicamentos para el corazón y que sin saberlo toma un suplemento que contiene el medicamento para disfunción eréctil, sildenafil (Viagra), un cóctel que puede desencadenar una peligrosa disminución en la presión arterial.
La FDA ha recibido informes de ataques cerebrales, lesión aguda del hígado, falla renal, embolia pulmonar (coágulos de sangre en el pulmón) y muerte asociada con suplementos contaminados con medicamentos y mantiene una base de datos de estos.
Lauren Cooper
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