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La mujer belga no ha sido identificada pero su marido ha sido mencionado en los medios de prensa como Marcel H. de 79 años, quien habría fallecido de un ataque de asma en noviembre del 2012.

Al parecer, la noticia salió a la luz después de que el propietario de la vivienda se dio cuenta que el matrimonio no había pagado el alquiler desde el año pasado. Los vecinos alegan no haber sentido olores desagradables, como consecuencia del cuerpo en descomposición.

Cuando las autoridades entraron al departamento en la ciudad de Bruselas, Bélgica, se encontraron con el cadáver momificado. 

Según los expertos, se necesita un ambiente cálido y seco para momificar un cuerpo y al menos una semana para llegar a ese estado. En este caso el panorama era siniestro, ya que los líquidos de los órganos se licuaron y se extendieron sobre la cama formando un colchón de insectos.

Desde el punto de vista de la salud, éste escenario sólo puede explicarse como un caso patológico grave, probablemente desencadenado por la muerte de un ser querido, aunque se desconocen los antecedentes de la mujer.

La negación de la muerte

La pérdida de un ser querido puede ser devastadora y desatar un proceso de dolor y tristeza esperable en la mayoría de los casos. Sin embargo, los expertos de la Asociación Americana de Psiquiatría se debaten si el duelo posterior que se prolonga en el tiempo es salgo normal o una forma de enfermedad mental que se debe diagnosticar y tratar.

Esos sentimientos que acompañan a la muerte de un familiar o amigo cercano que desencadenan conductas como el llanto, el insomnio, la fatiga, la confusión y la tristeza podrían ser considerados como una enfermedad tratable en lugar de una reacción normal a los momentos más devastadores de la vida. 

Por supuesto, que muchos profesionales de la salud no están de acuerdo con esto y consideran al duelo una reacción dentro de lo normal.

En este caso, la discusión es válida porque esta mujer habría quedado de alguna forma estancada o detenida en el proceso de duelo, a tal punto que podría haber desarrollado una forma de locura capaz de superar los olores y visiones más escalofriantes como es ver descomponer el cuerpo de un ser querido. Sin embargo, se desconocen los antecedentes de la mujer.

El duelo normal y patológico

La discusión surge a partir de una propuesta de un grupo de psiquiatras de la APA de incluir al duelo dentro de la categoría de enfermedades mentales.

El duelo no es una enfermedad sin embargo, muchas veces puede transformarse en algo patológico y es responsabilidad de los profesionales evaluar si una pérdida es una preocupante señal de enfermedad en lugar de una señal esperable ante una pérdida.

Sin embargo, los psiquiatras reconocen que a veces el duelo sí puede convertirse en algo mucho más complejo, duradero y "patológico" que puede desencadernar una verdadera depresión clínica con las características de un supuesto "trastorno por duelo prolongado", una nueva designación potencial que está siendo considerada por la Organización Mundial de la Salud. 

La preocupación sobre exactamente en qué momento el duelo normal se convierte en una afección es algo que continúa en discusión.

En el caso de esta mujer, se desconocen los antecedentes y el caso ha llegado a un extremo que hace pensar en la locura o psicosis más que en una depresión grave.

La locura está caracterizada por la negación y desconexión con la realidad y viene acompañada de delirio y alucinaciones.

La nueva Ley de Seguros de Salud a Bajo Precio establece que las compañías aseguradoras deben tratar a la enfermedad mental como una más y ofrecer diagnóstico y tratamiento a todos los asegurados.

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