Algunos se asustan tanto que mueren de un paro cardíaco, otros son atacados porque son agresivos, también está el que asegura que es Dios en la tierra y el que ataca porque siente que tiene que defenderse. Lo cierto es que la enfermedad mental muchas veces viene de la mano de un acto delictivo y los oficiales de la policía no cuentan con las herramientas para manejar la situación. Un reporte afirma que existen más enfermos mentales encarcelados que internados en instituciones médicas.
Muchos de los casos más sonantes en los que interviene la policía involucran a personas con graves enfermedades mentales. Sin embargo, los oficiales de policía en general carecen de recursos para tratar el desafío que esto implica. El tema ya ha salido a la luz en más de una ocasión y existen algunos estados que están trabajando intensamente en ello.
Existen iniciativas en diferentes lugares del país en las que policías, personal de la corte y médicos trabajan juntos para tratar gente con problemas psicológicos y en casos donde el incidente termina con la vida.
Como el caso de Jason Moore, de 31 años, que andaba deambulando por las calles de Ferguson, Missouri, gritando frases bíblicas y gritando "Soy Jesús", quien murió de un paro cardíaco cuando la policía intentaba detenerlo.
En el juicio del caso, su esposa dijo que Moore "sufría de un desorden psicológico y demostró signos claros de enfermedad mental" durante el incidente, por lo cual uno de los temas que surgió fue el hecho de que los oficiales de policía no cuentan con recursos para identificar la enfermedad mental.
En este caso, como en muchos otros, los oficiales de policía no lograron diferenciar un delincuente común de un enfermo mental.
"Como nación, no hablamos de enfermedad mental. Discriminamos a quienes van a terapia. Les decimos locos. Vivimos en una cultura que estigmatiza la enfermedad mental. Sobre todo con personas jóvenes afroamericanos que solemos verlos como personas con predisposición a la violencia, la irracionalidad, ya que son vistos como poco inteligentes y en muchos casos inmorales y muchas veces no logramos entender ciertas conductas que son en realidad un pedido de ayuda", explicó en relación al tema el profesor Marc Lamont Hill, de la Universidad de Pensilvania.
Esta discriminación y falta de información directamente afecta el sistema de justicia criminal termina en el tratamiento inadecuado de estas personas, tiempo de prisión inapropiado y numerosas muertes en manos de oficiales de la policía.
Más pacientes psiquiátricos en prisión
Un reporte de la organización sin fines de lucro que se dedica a terminar la estigmatización y aboga por el tratamiento de la enfermedad mental Treatment Advocacy Center asegura que hay 10 veces más enfermos mentales en las prisiones estadounidenses que en los hospitales psiquiátricos estatales. Lejos de resultar una solución, el informe también establece que estos pacientes empeoran notablemente con el encierro en la institución no adecuada, sin recibir el tratamiento necesario.
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En el 2012, había más de 356 mil presos con enfermedades mentales severas en las cárceles de Estados Unidos y unos 35 internados en un hospital psiquiátrico.
La Alianza Nacional en Salud Mental, la mayor organización de salud mental del país, en su página de Internet ofrece alternativas a la internación y sugiere un programa de entrenamiento para los oficiales de policía para reconocer los signos de enfermedad mental y responder en forma apropiada.
Existen varias iniciativas en este sentido, para lograr que los oficiales de policía puedan manejar esta situación. Por ejemplo, el Departamento de Policía del Condado de St Louis ofrece un entrenamiento de 40 horas para intervención en crisis, sin embargo, muchos oficiales eligen no participar. Por otra parte, en el área de Kansas City unos 2000 oficiales de la policía fueron entrenados por equipos de intervención en crisis desde el año 2000.
Dichos programas se centran en la forma de manejar a una persona en un episodio de estrés y también provee información sobre diferentes enfermedades mentales.
En San Antonio, Texas existe un equipo interdisciplinario, un escuadrón de salud mental, formado por seis personas que responden en equipo cuando existe un llamado de emergencia relacionado con la enfermedad mental.
"Durante 20 años en la academia de policía nunca tuve ningún tipo de entrenamiento sobre cómo lidiar con una enfermedad mental", dijo a la prensa el oficial Ernest Stevens de San Antonio, Texas.
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