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Tal vez un familiar tuyo o tu pareja padece de este problema, encuadrado dentro de un trastorno de ansiedad, a veces llamado hipocondría, que implica preocuparse excesivamente por tener o poder contraer una enfermedad grave, mientras los consume la preocupación. 

Es posible que esa persona no tenga síntomas físicos, pero cree que las sensaciones corporales normales (como un ruido en el estómago) o los síntomas menores (como una erupción en la piel) son signos de una enfermedad grave, aunque un examen médico exhaustivo no revele nada de eso.

• ¿Cuándo pedir ayuda?

Esta ansiedad excesiva, el miedo persistente, en lugar del síntoma físico en sí mismo, genera una gran angustia que puede ser incapacitante, informa la Clínica Mayo.

El trastorno de ansiedad es una enfermedad a largo plazo que puede variar en gravedad, y aumentar con la edad o durante momentos de estrés. 

Signos y síntomas de la hipocondría

• Estar preocupado por tener o por contraer una enfermedad o afección grave
• Experimentar una sensación de tranquilidad muy leve tras obtener resultados negativos en las pruebas
• Preocuparse excesivamente por el riesgo de padecer una enfermedad hereditaria
• Angustiarse tanto por posibles enfermedades que le resulta difícil desenvolverse
• Examinarse el cuerpo en forma reiterada para detectar signos de enfermedad
• Evitar personas, lugares o actividades por miedo a los riesgos de salud
• Hablar constantemente sobre la salud y sobre posibles enfermedades
• Buscar frecuentemente en Internet las causas de síntomas o posibles enfermedades

Cómo ayudar a quien lo padece

Un nivel importante de ansiedad puede provocar una angustia real en la persona con la cual convive, y el consuelo no siempre resulta útil. A veces brindar consuelo puede empeorar las cosas, y esto puede ser frustrante y causar estrés en las familias y en las relaciones de pareja, pues en la convivencia quedan desorientadas. 

“Es muy complejo vivir con una persona que tiene este trastorno, ya que el enemigo está en su propio cuerpo, y hasta es difícil acercarse, pues la atención de quien lo padece, está puesta en su propio cuerpo a un nivel de obsesión” señala la Psicóloga Alicia Lacal, de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Como casi nada de lo que podamos decir los ayudará, entonces hay que tratar de convencerlo de que realice psicoterapia, agrega la experta. “Ponerse en manos de un especialista de salud mental es fundamental para superar este trastorno que suele ser incapacitante” agrega Lacal.

Por su parte, el equipo especializado de profesionales de Clínica Mayo afirma que la psicoterapia y alguna medicación específica ayudan a resolver este tipo de trastornos.