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De acuerdo a los investigadores, al mando de la Dra. Suzanne Sisley, este sería el primer estudio en este sentido y esta aprobación sería un importante cambio cambio en la postura del gobierno federal a respecto. 

Se calcula que más de un millón de estadounidenses usan marihuana para fines terapéuticos, por lo general para tratar el dolor crónico, la investigación médica sobre los efectos de la droga ha sido limitada a tratar enfermedades crónicas como el SIDA o el glaucoma, pero no para casos relacionados con situaciones de estrés.

La marihuana es una droga que se encuentra dentro de lo que se conoce como Categoría 1 de la Ley de Sustancias Controladas del gobierno federal, lo que significa que se considera que tiene un alto riesgo de uso de dependencia sin aplicaciones médicas aceptadas. 

La Doctora Suzzane Sisley, profesora de la Universidad de Arizona, dirigirá el estudio, que medirá los efectos de cinco dosis de diferente concentración de humo o vapor de marihuana para tratar a los síntomas del estrés postraumático en unos 70 veteranos de guerra. 

Los participantes recibirán al azar placebos y marihuana con un 12% de THC, que es el ingrediente psicoactivo de la planta. También se comparán los efectos de la droga fumada y de la inhalación del vapor.

Según la investigadora, más de 24 mil veteranos se han suicidado desde que recibió la aprobación inicial del estudio y ha estado esperando por esta autorización.

Más de siete millones de estadounidenses sufren de estrés post-traumático, un cuadro de ansiedad causado por un factor externo aterrorizador o evento traumático en la vida de la persona, tal como la muerte de un ser querido o una catástrofe, por tal razón, es muy común en los veteranos de guerra. 

Síntomas del estrés post-traumático

Quienes sufren de estrés post traumático frecuentemente tienen pesadillas, pensamientos recurrentes relacionados con el evento estresante, lo cual perturba las actividades diarias, explican los expertos del Instituto Nacional de Salud Mental. También es común recuerdos reiterativos y angustiantes del hecho, tener pesadillas repetitivas del hecho, episodios en donde el incidente parece estar sucediendo de nuevo una y otra vez.

Otro de los síntomas de este tipo de trastornos son los síntomas de evasión, que producen insensibilidad emocional o sentirse como si no le importara nada, despreocupada, pérdida de detalles del evento, falta de interés en las actividades normales, mostrarse menos expresivo en los estados de ánimo, sensación de incertidumbre en relación al futuro, momentos de excitación, falta de concentración, sentimientos persecutorios, irritabilidad, ataques de ira, dificultades para conciliar el sueño y ataques de ira.

¿La marihuana es un medicamento?

El uso de marihuana para tratar varios problemas médicos, es decir,  la llamada “marihuana medicinal”, es un tema controvertido y lo ha sido durante algún tiempo. 

Existen asociaciones como la Asociación de Estudios Sicodélicos Multidisciplinarios (MAPS), que apoya la investigación de la marihuana y otras drogas para fines médicos y argumentan que los beneficios de la marihuana que se han reportado para una variedad de síntomas, justifican su legalización como medicamento para ciertos pacientes. 

De acuerdo con la ley federal, solamente es legal recetar los medicamentos aprobados por la FDA y la marihuana no está entre ellos. Sin embargo, más de una docena de estados han aprobado su uso para aliviar una variedad de síntomas, explica el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas

En realidad, el THC es un medicamento aprobado por la FDA y está demostrado en ensayos clínicos que ofrece un beneficio terapéutico para aliviar las náuseas asociadas con la quimioterapia para el cáncer y para estimular el apetito en pacientes con SIDA. Sin embargo, hasta la fecha, la evidencia científica es insuficiente para que la planta de la marihuana obtenga la aprobación de la FDA.

Uno de los principales problemas es que la marihuana es adictiva y se calcula que alrededor de 4.5 millones de personas en los Estados Unidos son adictos a la misma.

La investigación aún requiere la aprobación de la U.S. Drug Enforcement Administration o DEA. 

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