Si te enorgulleces de compartir mano a mano con tu pareja las tareas y responsabilidades de la casa, échale ahora un vistazo a tu vida sexual. Según los expertos, esta igualdad de roles afectaría la frecuencia y el deseo sexual.
Puntos Clave
- Los matrimonios que comparten todas las tareas tienden a tener menos sexo.
- La seducción y ciertas fantasías eróticas irían de la mano de la diferencia de roles.
- Cómo funciona el deseo en una pareja.
Un matrimonio igualitario, donde ambos miembros trabajan afuera de la casa y comparten los temas domésticos, la crianza de los hijos, intereses y amigos, podría tener un impacto negativo en lo que se refiere a la vida sexual de la pareja.
En un país donde el 64% de los matrimonios con hijos de menos de 18 años trabajan ambos miembros de la pareja, de acuerdo con datos del Censo Nacional, esto no es un tema menor.
Contrariamente a lo que se pensaría, es decir que una relación igualitaria y la repartición de tareas mejoraría la dinámica de la pareja en todos los aspectos, el estudio, llamado "Igualitarismo, Tareas Domésticas y Frecuencia Sexual en el Matrimonio", que fue publicado en la revista American Sociological Review, asegura que este tipo de igualitarismo, coloca a la pareja en un tono fraternal, tipo hermanos, lo cual definitivamente disminuye el deseo sexual y la clara diferencia de roles para que el encuentro íntimo suceda.
Necesidad de diferenciarse
Específicamente, si los hombres realizan todas las tareas domésticas históricamente 'femeninas" como lavar la ropa, cocinar o pasar la aspiradora por la casa, las parejas tienen menor frecuencia sexual, un 1,5% menos de encuentros sexuales al mes que las parejas en las que el hombre realiza tareas consideradas masculinas como sacar la basura o arreglar el auto.
A mayor división tradicional de tareas, mayor satisfacción sexual reportaron las mujeres. Entre las hipótesis que manejan los investigadores con información extraída de la Encuesta Nacional de Hogares y Familias, está el hecho de que una mayor diferenciación de roles en la casa, llevaría una identificación más clara de los roles a nivel intimidad y conllevaría una mayor frecuencia de encuentros sexuales.
Las mujeres, según documentan los expertos, ven con más deseo sexual a sus esposos cuando vuelven del gimnasio, todos sudados por ejemplo, que cuando pasan la aspiradora o realizan tareas domésticas, lo que sugiere es que el deseo sexual y la diferencia de roles van de la mano.
"Aparentemente los matrimonios con roles más definidos son los que tienden a ver al otro en posiciones más relacionadas con la feminidad y masculinidad, lo cual los vuelve sexualmente más atractivos", explican los autores.
Las parejas homosexuales
La asociación diferencias de roles y aumento del deseo también se aplica a las parejas homosexuales.
Las parejas de homosexuales que tienen mayor frecuencia sexual son las que eligen compañeros sexualmente diferentes a sí mismos, por ejemplo que prefieren un rol sumiso y tienden a buscar también una diferenciación en edad y clase social por ejemplo, según explican expertos de la Universidad de Washington.
En las parejas de lesbianas, el deseo tiende a disminuir en forma progresiva, dicen los investigadores, porque las mujeres de por sí tienden a pensar en compartir roles y objetivos comunes, sea con un hombre o con su pareja homosexual.
En conclusión, el hombre prioriza lo erótico mucho más que la mujer, no importa si es homosexual o no.
Dinero y sexo
La relación entre dinero y deseo sexual ha sido ampliamente estudiada pero los nuevos modelos de parejas obligan a analizar el efecto de que la mujer gane más dinero que el hombre en la pareja, cosas que sucede en muchos casos actualmente.
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El 23% de las madres que trabajan ganan más que sus parejas, lo cual también se traduce en una serie de conflictos, según documentan varios estudios como el del año pasado realizado por el National Bureau of Economic Research que asegura que si la mujer gana más que el marido, su matrimonio tiende a tambalear al punto que en un 46% de los casos ya han hablado de separación.
Como dato concluyente, el riesgo de divorcio baja cuando el marido hace el 40% de las tareas domésticas y la mujer gana el 40% del ingreso de la casa.
Infieles por igual
Por otra parte, un estudio del Instituto Kinsey sobre la atracción sexual en hombres y mujeres asegura que la satisfacción sexual no es un pasaporte garantizado a la fidelidad.
La doctora Helen Fisger, investigadora de ese instituto documentó que el 56% de los hombres y el 34% de las mujeres dijeron ser felices o muy felices con sus relaciones de pareja, pero aún así fueron infieles.
Esto es así en parejas de menores de 40 años, con relaciones más igualitarias en términos económicos, un mayor nivel de educación de la mujer y en general, la infidelidad es más frecuente en mujeres que trabajan fuera de la casa, explican los expertos.
Amor y deseo
¿Cómo desear algo que ya tenemos? se preguntan los especialistas a la hora de estudiar la relación entre amor y deseo.
El buen sexo, según la experta en sexualidad Esther Perel, se basa en dos necesidades que en sí mismas son conflictivas: por un lado la necesidad de seguridad, de contar con el otro, de tener ciertas garantías, por el otro el factor sorpresa y aventura. El verdadero desafío es cómo compatibilizar esas necesidades.
A la persona que tenemos al lado le pedimos todo: que sea nuestro compañero, nuestro par y nuestro amante apasionado al mismo tiempo", dice la experta belga que reside en Nueva York, quien asegura que combinar estos aspectos es posible desarrollando en pareja lo que ella llama "inteligencia erótica".
Las parejas con buena conexión erótica saben que una buena intimidad es algo que se construye y que el deseo no es una variable constante sino algo que aumenta y disminuye.
La división de roles en la casa esperable en el día a día de muchas familias, no necesariamente conlleva un aumento del deseo sexual. "Por ejemplo, muchas mujeres tienen fantasías sexuales relacionadas con la sumisión y el poder que no tienen nada que ver con su realidad", explica Daniel Berger en su libro "Qué quieren las mujeres”.
En una economía que requiere cada vez más el doble ingreso, la creatividad en el orden sexual debe estar a la orden del día.
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