Dos estudios científicos analizaron la anatomía femenina y encontraron ciertas coincidencias en las mujeres que no tienen orgasmos.
Ellos son de Marte, ellas son de Venus. ¿Será entonces que en Marte existen reglas “medi-penes” y en Venus en cambio a nadie se le ocurrió preguntarse: cuánto medirá mi clítoris?
Aunque esto no es más que una ironía citando el bestseller del autor estadounidense John Gray (publicado en 1992), cuesta entender por qué al sexo masculino le interesa tanto conocer (y difundir, si es que la medida es para ostentar) la extensión de su miembro mientras que las mujeres jamás se lo cuestionaron.
Sin embargo, tal vez haya llegado la hora de preguntárselo: dos estudios científicos sugieren que la medida del clítoris facilita o perjudica alcanzar el orgasmo.
El estudio más reciente se presentó en abril del 2013 en el 39º encuentro científico anual de la Sociedad de Cirujanos Ginecológicos. Titulado “Tamaño del clítoris y localización en relación a la función sexual usando resonancia magnética pélvica”, los autores compararon a 10 mujeres sexualmente activas con anorgasmia con 20 mujeres orgásmicas de similares características. Además de completar un cuestionario, las mujeres fueron analizadas con un equipo de resonancia magnética con el que se les midió su área genital.
Los resultados demostraron dos datos reveladores: en primer lugar, las mujeres que no experimentan orgasmos tienen mayor longitud entre el clítoris y la vagina y en segundo lugar, que las mujeres que tienen el glande clitoriano más grande (51 mm vs 45 mm) y el cuerpo del clítoris que llega hasta la apertura vaginal más largo (29 mm vs 21 mm) son más propensas a alcanzar el clímax.
Otro estudio, realizado en 2011, por los investigadores Kim Wallen y Elisabeth A. Lloyd, analizó teorías anteriores que vinculaban la anatomía femenina con el orgasmo en “Female Sexual Arousal: Genital Anatomy and Ogasm in Intercourse”. En esta ocasión, los autores también observaron que una menor distancia produciría más posibilidades de tener un orgasmo, debido al aumento del contacto entre el pene y el clítoris.
Aunque pocos difundidos, existen otros antecedentes anteriores:
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• 1924: La autora y psicoanalista francesa Marie Bonaparte, muy cercana a Freud, propuso que la pequeña distancia entre el clítoris y la apertura de la uretra aumentaba la posibilidad de tener un orgasmo durante una relación sexual. Pero esto jamás se comprobó estadísticamente.
• 1940: Carney Landis y sus colegas publicaron una hipótesis similar, pero tampoco lograron comprobarlo.
Orgasmo femenino vs masculino
Aproximadamente el 90% de las mujeres reportan tener orgasmos con algún tipo de estimulación, sin embargo son muy pocas las que lo alcanzan únicamente por medio de la penetración. Según la Asociación de Ginecólogos y Obstetras de Canadá:
- Sólo 1/3 de las mujeres tiene un orgasmo en una relación sexual
- 1/3 lo consigue con estimulación extra
- 1/3 llega al orgasmo con estimulación manual y oral.
Nada que ver con lo que sucede con el sexo opuesto: el 100% de los hombres confirman tener un orgasmo en las relaciones sexuales.
¿Sirven de algo estos estudios? Desde luego que sí. Las mujeres anorgásmicas podrían tener un dato más y bastante concreto para bajar su umbral de expectativas a la hora de tener relaciones sexuales. No es poca cosa saber que el 60% necesita estimulación. Dicho en otras palabras, si la idea es que algo llegue, no basta con sentarse a esperar. Perdón, recostarse.
Estudios consultados:
“The case of the female orgasm: bias in the science of evolution”, E. Lloyd, Harvard University Press.
The Society of Obstetricians and Gynaescologists Of Canada (SOGC)
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