La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio un giro histórico al eliminar a las personas transgénero de su lista de trastornos mentales.
La OMS aprobó el cambio principal a su Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (DCI) que se describe como "el estándar internacional para el informe de enfermedades y condiciones de salud".
La Asamblea Mundial de la Salud de la OMS votó para hacer la revisión, y como resultado ya no reconoce a la disconformidad de género y al transgénero como un desorden mental.
En síntesis, la DCI-11 deja a la transexualidad dentro del capítulo de las disfunciones sexuales. Es decir, pierde la categoría de trastorno psicológico y se encuadra dentro de una cuestión física por la falta de adecuación del cuerpo al género que percibe la persona.
Repercusiones de la medida
Los grupos de defensa de los derechos humanos y las personas trans celebraron el movimiento después de años de campaña para impulsar un cambio.
"La eliminación por la OMS del trastorno de identidad de género de su manual de diagnóstico tendrá un efecto liberador en las personas transgénero de todo el mundo", dijo a los medios Graeme Reid, director de derechos de la comunidad LGBT de Human Rights Watch (HRW).
"Los gobiernos deben reformar rápidamente los sistemas médicos nacionales y las leyes que requieren este diagnóstico ahora obsoleto oficialmente" agregó.
Resguardar los derechos humanos
La organización HRW señaló que los gobiernos de todo el mundo habían utilizado la clasificación anterior como base para las políticas discriminatorias. Esas políticas requerían de un diagnóstico y, a veces, otros procedimientos médicos, como la esterilización, antes de que las personas transgénero fueran reconocidas ante la ley.
Los gobiernos a menudo requieren un diagnóstico de 'trastorno de género' como condición previa para cambiar los nombres de las personas transgénero y los marcadores de género en los documentos oficiales. Los defensores han argumentado que el diagnóstico ponía en peligro los derechos básicos como el trabajo, la educación y los viajes.
El proceso para el reconocimiento legal de la identidad de género debe estar separado de cualquier intervención médica, argumentó la HRW.
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"Las personas transgénero están luchando contra el estigma y la discriminación que se pueden rastrear en parte a los sistemas médicos que históricamente han diagnosticado expresiones de no conformidad de género como una patología mental", dijo Reid.
"Pero es el estigma, la discriminación y la intimidación, y no algo inherente a la no conformidad de género lo que puede causar problemas de salud mental en las personas transgénero" agregó.
Cambiar la historia
Según la OMS, la DCI-6 publicada en 1948 clasificaba a la homosexualidad como un trastorno mental, creyendo que esta supuesta desviación de la norma reflejaba un trastorno de la personalidad. La homosexualidad se eliminó posteriormente del DCI y otros sistemas de clasificación de enfermedades en la década de 1970.
Ahora, la incongruencia de género se ha removido de la lista de trastornos mentales del DCI a condiciones de salud sexual. El fundamento es que si bien la evidencia ahora es clara de que no es un trastorno mental (y de hecho clasificarlo así puede causar un enorme estigma para las personas transgénero) existen necesidades de atención médica importantes que se pueden satisfacer mejor si la condición se codifica bajo el DCI.
Los códigos DCI pueden tener una enorme importancia financiera, ya que se utilizan para determinar dónde invertir mejor los recursos cada vez más escasos. Mientras tanto, en países como EE. UU., estos códigos son la base de la facturación de los seguros de salud y, por lo tanto, están vinculados de manera crítica con las finanzas de la asistencia médica, informó la OMS.
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