Para los penes realmente pequeños, los aparatos extensores son más eficaces que las bombas, los ejercicios y las inyecciones de botox. Y también menos peligrosos que las técnicas quirúrgicas, según un análisis de la literatura científica realizado por urólogos italianos.
Puntos Clave
Según Marco Oderda y Paolo Gontero, de la Universidad de Turín, un pene se considera normal cuando desde su parte superior hasta el meato mide al menos 4 cm flácido y 7,5 cm erecto.
Con variables vinculadas a la talla del hombre y a su corpulencia, por debajo de esas medidas, se trata de micropenes, algo, dicen, muy raro de encontrar.
Para ver cuál era la mejor forma de solucionar este problema, los expertos analizaron estudios científicos sobre métodos quirúrgicos y otros no invasivos, realizados en hombres de entre 24 y 56 años. Y llegaron a la conclusión de que los aparatos extensores son la mejor opción: mejores resultados sin efectos secundarios.
Los extensores se basan en el principio de la tracción, que indica que si un tejido del organismo se somete a una fuerza de tracción constante a lo largo de determinado tiempo, éste aumenta de tamaño. La tracción al parecer permite la multiplicación de las células que conforman este tejido.
Para llegar a la conclusión de que ésta era la mejor opción, Oderda y Gontero analizaron un estudio realizado en 109 individuos con micropenes. Y observaron que había habido resultados con buena tolerancia y hasta comodidad ya que se trata de un método no invasivo: se pueden llevar debajo de la ropa durante todo el día.
La siguiente es una lista de otros métodos que no tuvieron una calificación “A”:
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- Disección del ligamento suspensor: conlleva un aumento de la longitud de 1,3 a 2,5 cm, pueden ser peligrosos y presentan un nivel "inaceptablemente alto de complicaciones".
- Bomba de pene: aspira el pene y lo tensa, pero no resulta eficaz al cabo de seis meses, aunque haya procurado una especie de satisfacción sicológica a algunos pacientes.
- Anillos elásticos o rígidos: se colocan alrededor de la base del pene y del escroto. Pueden aumentar la talla del pene y mantener las erecciones. Pero es una técnica poco analizada.
- Ejercicios de alargamiento de pene: famosos en internet, pero no existe prueba alguna de su eficacia.
Los científicos señalan que todas estas técnicas no aumentan la circunferencia del pene, ni la disminuyen.
Según el profesor Gontero, "un número creciente de pacientes acuden al urólogo por un problema de pene corto" cuando de hecho "la longitud es normal en la mayoría, que tienen tendencia a sobreestimar la dimensión normal de un falo".
Muchos de ellos sufren dismorfobia: no les gusta nada o parte de su cuerpo y podrían consultar a un terapeuta para ganar en autoestima física, señalan los científicos.
Sin embargo, en un estudio con un grupo de 90 hombres al que se les mostró un gráfico que establecía cómo se situaba cada uno respecto a los otros en cuanto a la longitud de sus penes, el 70% abandonó la idea de una operación quirúrgica.
El estudio de la Universidad de Turín está publicado en el Diario de la Asociación Británica de Urólogos Cirujanos.
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