Una nueva alarma en los alimentos para niños: un estudio encontró que algunas marcas de fórmula para bebés contendrían inquietantes niveles de arsénico. Los productos orgánicos también están en la mira por contener este tóxico.
Puntos Clave
- Algunas marcas de fórmula para bebé contendrían seis veces más arsénico del permitido.
- Hace poco se desató una alarma semejante por el contenido de arsénico en los jugos.
- Conoce otras sustancias tóxicas contenidas en los alimentos.
Algunas marcas de fórmula para bebés contendrían niveles de arsénico hasta seis veces más altos a los permitidos en los Estados Unidos, halló un estudio del Colegio Dartmouth.
"El principal origen de estos peligrosos niveles de arsénico en la fórmula sería el jarabe de arroz integral, utilizado comúnmente como endulzante", explica el Dr. Brian P. Jackson, quien dirigió el estudio.
De las fórmulas analizadas, el 11 por ciento contenía 60 microgramos de arsénico por litro, cuando el límite permitido para el agua potable en el país es de 10 microgramos por litro, informaron los especialistas. No obstante, no se dio a conocer el nombre de las marcas analizadas.
Sin embargo, la fórmula no sería el único alimento con altos niveles de ésta sustancia: de acuerdo con el Dr. Jackson, "Los productos a base de derivados de arroz podrían ser también un peligro, y el riesgo sería alto incluso en los productos con ingredientes orgánicos".
Junto con la fórmula para bebé, entonces, habría que listar barras de cereal, barras energéticas e incluso bebidas energizantes (energy shots) endulzadas con jarabe de arroz.
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Según la Dra. Ana Navas-Acien, de la Universidad Johns Hopkins, "Consumir alimentos con arsénico de manera constante y por un largo período implicaría un mayor riesgo de daños en el cerebro y problemas de desarrollo en los niños, así como una mayor propensión a diversos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas".
Para el Dr. Jackson, estos resultados muestran la necesidad urgente de normas que regulen el nivel de arsénico específicamente en la comida, y no sólo en el agua, como hasta ahora. “Las autoridades sanitarias deberían preocuparse más por lo que estamos comiendo”, concluye.
Hace algunos meses, una alarma semejante surgió con respecto a los jugos de uva y manzana, pues se encontró que el 10 por ciento de las marcas analizadas contenían más del doble del arsénico permitido en el agua potable.
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