El intérprete de las canciones estadounidenses más populares, Tony Bennett, de 94 años, tiene Alzheimer. Lo contó su familia en una entrevista publicada en la última edición de la revista de la AARP.
Benett fue diagnosticado con esta forma de demencia en 2016. Aunque había comenzado a presentar síntomas un año antes, su familia decidió mantenerlo en secreto hasta ahora.
Y sus fans ni lo percibieron ya que en estos años, e impulsado por sus propios médicos, Bennett siguió cantando. Incluso estando un poco confundido, cuando escuchaba los primeros acordes, se transformaba en el showman de siempre: elegante, amable, feliz interpretando los éxitos de siempre junto a Lady Gaga y otras estrellas.
Bennett no está solo en su lucha contra esta enfermedad, que borra la memoria y deteriora funciones vitales.
El Alzheimer es una de las formas más extendidas de demencia. Afecta a más de 50 millones de personas a nivel mundial, y a unas 5 millones en los Estados Unidos. Aunque expertos aseguran que estas cifras aumentarán exponencialmente entre 2030 y 2025, en especial por la extensión de la expectativa de vida y los nuevos descubrimientos para tratarlo.
La cifra de personas con Alzheimer en Latinoamérica es cercana a los 10 millones, y se estima que el número crecerá a 27 millones para 2050.
Un enorme desafío para los sistemas de atención médica y el campo de la gerontología.
¿Qué ha cambiado en el diagnóstico y el tratamiento del Alzheimer en estos años?
Algunas de las más recientes novedades sobre investigaciones científicas en este campo son:
Restaurar la función cognitiva
Un equipo de neurocientíficos ha identificado un medio potencial para abordar la pérdida de la función cognitiva a causa del Alzheimer, modificando síntesis de proteínas.
La experiencia hasta ahora ha tenido éxito en ratones.
Este hallazgo, publicado en la revista Science Signaling, revela que productos farmacéuticos sintéticos podrían rescatar la actividad de las células cerebrales necesarias para la formación de la memoria.
"Este trabajo es el primero en demostrar que revertir la síntesis de proteínas deteriorada en cerebros afectados por el Alzheimer a través de un enfoque farmacológico no solo es factible, sino también efectivo", explicó en un comunicado Mauricio Martins-Oliveira, investigador postdoctoral del Centro de Ciencias Neurales de la Universidad de Nueva York. y el autor principal de trabajo.
Actualmente, los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer se centran en la reducción de fenómenos ligados a la dolencia, como la carga de placa amiloide, los nodos neurofibrilares y la neuroinflamación.
Este nuevo estudio sugiere que agregar un fármaco que normalice la síntesis de proteínas podría ayudar a revivir la actividad cerebral normal.
"La síntesis de nuevas proteínas en el cerebro es esencial para la función neuronal adecuada y, en particular, para la consolidación de la memoria", dijo el coautor principal Sergio Ferreira, profesor del Instituto de Biofísica de la Universidad Federal de Brasil. de Río de Janeiro (UFRJ).
Los cerebros de los pacientes con Alzheimer muestran signos claros de síntesis de proteínas deteriorada. "Por lo tanto, nos preguntamos si rescatar la síntesis de proteínas cerebrales podría ser un enfoque para mejorar la función de la memoria en el Alzheimer", agregó Ferreira.
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Test de detección temprana
Utilizando un análisis de sangre, un equipo de investigación germano-holandés predijo el riesgo de Alzheimer en personas a las que se les diagnosticó clínicamente que no tenían la enfermedad, pero que percibían que su capacidad cognitiva estaba deteriorada.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de 22 personas en el Centro Alzheimer de Ámsterdam e hicieron el seguimiento de este grupo de voluntarios por seis años. Y el diagnóstico de riesgo temprano resultó correcto: la mayoría desarrolló la enfermedad.
La prueba también mostró qué sujetos tenían un riesgo muy bajo de desarrollar Alzheimer dentro de ese lapso de tiempo.
El equipo describe los resultados en la revista Alzheimer's Research and Therapy, publicada en línea el 24 de diciembre de 2020.
Poder comenzar a tratar el Alzheimer en un estadio en el que las funciones cognitivas aun no están muy deterioradas podría hacer una enorme diferencia en el pronóstico y la calidad de vida.
Diagnóstico con prueba de sangre
Un estudio llevado a cabo por científicos estadounidenses y suecos mostró que un simple y asequible test sanguíneo podría ayudar a predecir su aparición con alta precisión, incluso identificando señales 20 años antes de que se manifiesten con gravedad.
Este descubrimiento podría ser de gran utilidad para cubrir la necesidad urgente de herramientas de diagnóstico simples, económicas, no invasivas y fácilmente disponibles para la enfermedad de Alzheimer. Incluso algunos especialistas advierten que las nuevas tecnologías de prueba también ayudarían en el desarrollo de fármacos.
Este hallazgo, del grupo de investigación dirigido por el doctor Oskar Hansson, profesor de investigación de memoria clínica en la Universidad de Lund en Suecia, se muestran prometedores para predecir con precisión la aparición del Alzheimer.
El trabajo se publicó en JAMA Network y se presentó en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de este año, (AAIC 2020).
Vínculo entre cirugía y Alzheimer
Un estudio publicado en el Journal of Alzheimer's Disease realizado por investigadores del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla-IDIVAL, en colaboración con investigadores del Centro Médico de la Universidad de Bonn, propone que la cirugía mayor es un promotor o acelerador del Alzheimer.
Para llegar a esta observación, los investigadores administraron pruebas cognitivas a personas sanas mayores de 65 años antes de someterse a una cirugía ortopédica, y se obtuvieron muestras de sangre para determinar los niveles de β-amiloide (la sustancia cuyo deterioro es síntoma de Alzheimer) durante la anestesia. Luego, se realizaron las mismas pruebas de nuevo nueve meses después.
El principal resultado fue que la mitad de la cognición de los pacientes empeoró en comparación con su estado antes de la cirugía, y los que tenían niveles de β-amiloide alterados mostraron un patrón compatible con el inicio del Alzheimer, en el que predominaban los problemas de memoria.
Según los investigadores, estos resultados llevan a conclusiónde que una cirugía mayor puede desencadenar diferentes patrones de alteraciones cognitivas, dependiendo de la presencia, o ausencia , previa de alteraciones patológicas del Alzheimer.
El doctor Pascual Sánchez-Juan, líder de este estudio, dijo que "el envejecimiento progresivo de nuestras sociedades y la mejora de la técnica quirúrgica hacen que cada vez más personas mayores y frágiles sean sometidas a cirugía. La evaluación prequirúrgica siempre evalúa si la función cardíaca o respiratoria resistirá la cirugía, sin embargo, generalmente no se determinan las posibles consecuencias de la operación para el cerebro del paciente. Nuestros resultados abogarían por que los estudios de evaluación prequirúrgica incluyan pruebas cognitivas e incluso el análisis de biomarcadores de Alzheimer, especialmente una vez que estén ampliamente disponibles en plasma".
Fuentes: ADAM, AARP, estudios científicos
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