Puntos Clave
- Fue diagnosticado con cáncer de páncreas en 2003.
- Y en 2009 tuvo un transplante de hígado.
- Desde hacía dos años, Steve Jobs se tomaba licencias médicas por el deterioro de su salud.
El fundador de Apple murió a los 56 años, a causa de paro respiratorio causado por el tumor pancreático contra el que venía batallando desde 2003. En aquél momento, le dijeron que le quedaban seis meses de vida. Sin embargo, tuvo tiempo de presentar el iPad y la MacBook Air. En agosto había renunciado a Apple, la empresa que creó en 1976.
Steve Jobs siempre dijo que amaba tanto a Apple que nunca iba a dejar de volver. Sin embargo, desde que en 2003 fuera diagnosticado con uno de los cánceres más feroces, el de páncreas, su salud se convirtió en su principal enemiga a la hora de cumplir esa promesa.
En aquel año, se dijo que Jobs se alejaba por un tiempo de la empresa por cuestiones familiares. Recién en agosto de 2004 se anunció al mundo que sufría de un mal difícil y que la cirugía había removido exitosamente el tumor, sin necesidad de recurrir a quimioterapia.
En junio de 2005, Jobs habló por primera vez públicamente de su lucha contra el cáncer, en la Universidad de Stanford, y dijo que se encontraba bien.
Tres años después, el 9 de junio de 2008, presentó el iPhone 3G, pero su aspecto físico dio más que hablar que el mismo producto: estaba delgado y demacrado. La empresa argumentó que tenía “un virus común”. El mismo Jobs se encargó de anunciar que “no iba a dejar la compañía”.
En septiembre del mismo año, había perdido más peso, algo que se pudo percibir cuando apareció nuevamente ante una audiencia para introducir en el mercado el iPod media player. “Las noticias sobre mi muerte son exageradas”, bromeó en esa oportunidad.
Como adelantándose al tiempo, por las dudas, en diciembre de 2008, Jobs dio su discurso en la conferencia anual de Macworld, anunciando los productos que saldrían al mercado en los próximos 11 años.
El 5 de junio de 2009, apareció otro problema de salud, un desbalance hormonal. Una vez más, Jobs restó importancia a la situación médica: “es de fácil tratamiento”, dijo. Pero días después de esa afirmación, anunció que se trataba de algo más complejo.
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El 23 de junio, el Instituto de Transplantes del Hospital Universitario Metodista de Memphis, en Tennessee, dijo que Jobs había sido sometido a un transplante de hígado y que su evolución era “excelente”. Jobs demostró su amor por Apple, porque volvió a trabajar seis días después.
Por un tiempo, la salud de Jobs, quien había sido adoptado por una pareja armenia al nacer, dejó de ser tema de las noticias hasta que en enero de este año inició una nueva licencia por enfermedad. Pero el 2 de marzo, regresó al ojo público para presentar una nueva versión del iPad, mostrando una sólida imagen de CEO.
En abril, la editorial Simon & Schuster informó que atrasaría el lanzamiento de la biografía de Steve Jobs, "iSteve: The Book of Jobs", hasta principios de 2012.
En agosto de 2011, Jobs finalmente dio un paso al costado, al parecer el cáncer de páncreas nunca desapareció del todo. Se retiró de Apple, dejando a su sucesor y también genio informático, Tim Cook. “Desafortunadamente, ha llegado el momento”, dijo Jobs en un comunicado hace dos meses.
Steve Jobs murió el 5 de octubre.
En 2010, se diagnosticaron 43,140 casos de cáncer de páncreas en el país. Es el cuarto cáncer más mortal. Según la Sociedad Americana del Cáncer, se estima que el 20 por ciento de las personas que lo padecen viven un año más después del diagnóstico; pero menos del 4 por ciento sobreviven más de 5 años. Jobs fue uno de estos últimos.
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